Salió cubierto con una gruesa sudadera, como si dentro estuviera helando. Y con gorra, como la que se le ha visto en otros sitios, como si el sol golpeara su rostro, de frente. Más ahí estaba todo a oscuras y ardiendo; la llama de un cigarrillo, a lo lejos, todavía alcanzó a alumbrar el recinto tras una última bocanada. Slaughter of the soul, Suicidal Final Art. El griterío, la necesidad de arrojarse alslam, eran tan extremos como el calor que los cuerpos generaban. Las puertas del infierno estaban abiertas y el sudor era el azufre que causaba escozor. Y las almas, asesinadas, pecadoras, se esparcieron hambrientas de alaridos desgarrados que les devolvieran un poco de vida. Ahí estaba él, con el brazo izquierdo extendido al frente, hacia aquellos que le gritaban y lanzaban sus dedos índice y meñique al aire en señal universal —de ese universo alterno al que pertenecen— de agradecimiento; aquellos que se golpeaban entre sí al ritmo de la canción que titula su disco más famoso; ahí estaba él, de pronto ya sin la sudadera y sin la gorra, con sus cejas rubias, casi blancas, y el cabello cada día más escaso; la barba abundante y una playera de sus compatriotas Vomitory. Detrás suyo, en la batería, Adrian Erlandsson; a su derecha, el guitarrista Martin Larsson; y a su izquierda, además del Diablo, los hermanos Björler: Jonas al bajo y el otro, Anders, en la otra lira. At The Gates.
Era su primera vez ahí, en el circo que tiene alas, lugar gustoso del death metal old school, a decir de el. De Tomas Tompa Lindberg, legendario a sus 39 años por darle su voz, su furia, también a otras bandas, igualmente legendarias, llámense The Crown, Lock Up, Nightrage… Cold resultó paradójica al calentar más los ánimos y dar paso a la devastación que Terminal Spirit Disease, Under a Serpent Sun o World of Lies, provocaron. Las canciones de aquel álbum de 1995 —que significó su éxito rotundo y disolución—, hicieron temblar las gradas, contrario a lo que Lindberg pensaba: sus viejas piezas: The Burning Darkness, All Life Ends, Kingdom Gone, no alcanzaron ese efecto telúrico. Ello no fue motivo —ni las fallas de audio, ni la resistencia de algunas cabezas y piernas para moverse—, para que Erlandsson no diera lecciones de tupa tupa, o para que los Björler hicieran lo que quisieron con los punteos y riffs "made in" Gotenburgo. Ocultos como sombras, apenas iluminados por las tenues luces verdes y rojas, At The Gates encendieron las flamas del final. The Beautiful Wound, Unto Others, Need, sonaron antes de que desaparecieran ante el azoro y la satisfacción de varios cientos de individuos ataviados por playeras con su logo estampado al frente. Antes de que ese fuego calcinara la piel de todos, lenta y gratamente.
La noche de Vader pintó para ser una noche en el infierno donde estos pioneros del death metal polaco lo hicieron de la manera más escalofriante.
La noche inició con los teloneros que muchos no sabían quiénes eran, y resulta que fueron Rain Shatter, ganadores de la batalla de las bandas. Ellos son de Guadalajara quienes interpretan death melódico; tocaron alrededor de seis canciones. El público del Circo Volador los recibió con gran aceptación y ellos estaban muy entusiasmados y dominando el escenario. Después de haber terminado, el entarimado se tornó obscuro. Con luces rojas atrás de las bocinas se alcanzaba a notar Spider, afinando su guitarra para dar inicio al concierto, cuando de repente James Stewart, baterista, apareció con la gente enloquecida para que empezara la noche; dando un intro con Ultima Thule de su más reciente disco Welcome To The Morbid Reich, el ambiente se tensó y llenó de gritos cuando el grupo hizo su aparición entera y comenzaron con Return To The Morbid Reich. Peter imponía presencia y dominio con el público, había una muy buena comunicación dando las buenas noches y preguntando si estábamos preparados para una noche en el infierno.
La noche en verdad estuvo muy surtida en cuanto al setlist donde el nuevo baterista demostró su devastadora técnica, como en el tema Sothis, dominando el doble bombo de manera brutal. En cuanto al audio, fue algo pasable ya que hubo problemas tanto en batería como en el bajo y una que otras veces con Spider en su guitarra.
Continuaron con Devilizer, riffs brutales que se escuchaban en todo el lobby del Circo y moshpit por todas partes. Peter mostró respeto hacia el público mexicano: “Gracias locos” y preguntó si aún queríamos más; la respuesta se respondió a todo pulmón para que continuaran con algo de su nuevo álbum en ambiente para Come And See My Sacrifice. La gente no lució ni un poco cansada a pesar del infierno que vivíamos.
I Am Who Feasts Upon Your Soul y Black Velvet And Skulls Of Steel continuaron, temas relajados para recuperar el aliento ya que apenas estábamos a la mitad del concierto. El público pedía algo de la vieja escuela de Vader como lo fue Wings, donde la bestialidad del tema derrumbó el escenario y motivó a que la gente volara hacia el escenario. Carnal sonó y siguió Sword of the Witcher, una canción tan aclamada que se interpretó con furia. Decapitated Saints mantuvo el poder de la noche a la que no se le veía fin. Peter preparaba algo especial para el cierre ya que continuó con The Final Massacre.
Para que nos fuéramos con buen sabor de boca, Dark Age, donde el “wall of death” estuvo presente, pero esto no bastó para terminar de matarnos, por lo que siguió Helleluyah (God Is Dead), tema que erizó la piel con tremendos riffs y la voz de Peter sumamente clara para poder apreciarla al igual que los demás instrumentos. Muchos pensábamos que con esto iba a terminar el concierto pero no fue así las personas coreaban “Vader, Vader, Vader”.
Regresaron con un encore brutal que fue This Is the War que provocó destrucción en el Volador, pero lo mejor era lo siguiente. Fue entonces cuando se retiraron un momento para darse un descanso; lo que no sabíamos era que nos esperaba una sorpresa. A su regreso empezó esa intro que todos conocemos, Raining Blood, la gente enloqueció y se hicieron múltiples moshpit. La gente quedó más que complacida con ese cover, todos coreando, gritando y sobre todo llenos de euforia. La banda se despidió muy complacida con el recibimiento y dijeron adiós marcha imperial de Star Wars.
La noche fue espectacular; algunos esperábamos más del setlist, otros se fueron satisfechos. Poderoso inicio para continuar en Sudamérica.
SETLIST
Return to the Morbid Reich
Sothis
Devilizer
Come and See My Sacrifice
Cold Demons
I Am Who Feasts Upon Your Soul
Black Velvet and Skulls of Steel
Wings
Carnal
Sword of the Witcher
Decapitated Saints
The Final Massacre
Dark Age
Helleluyah!!! (God Is Dead) ENCORE
Para Bellum
This Is the War
Raining Blood
Martes 19 de Junio de 2012
Sala La Riviera
Por Gustavo Calette
Fotos: Gustavo Calette/Archivo
"Lamb of God, el Cordero que alimentaba Zombies"
Hace algunos años un par de amigos me platicaron que en el Ozzfest de 2007 habían visto uno de los más grandes moshpits en sus vidas. Se organizó con una banda de Virgina llamada Lamb Of God. Aunque yo ya los había escuchado, aún no tenía entusiasmo por verlos en directo, pero a partir de ese momento y después de ver unos cuantos videos, todo cambió.
No fue sino hasta tres años después, en 2010, cuando Lamb Of God visitó la Ciudad de México, cumpliendo por mucho las grandes expectativas que tenía de ellos. El 5 de octubre se presentaron ante un Circo Volador repleto, dando un concierto brutal, Search & Destroyestuvo ahí para dar cuenta de ello.
Ahora, con una gira que les lleva por varios países de Europa promocionando Resolution, su más reciente producción, llegaron a La Riviera en Madrid, lugar donde ante aproximadamente mil personas, dejaron claro para que quizá son los que encabezan la camada de la New Wave of American Heavy Metal.
Con una manta que reproducía a gran escala la portada del nuevo disco, Chris Adler, Willie Adler, Randy Blythe, Mark Morton y John Campbell convirtieron a todos los asistentes en una especie de zombies que de forma inevitable respondían violentamente a los sonidos que surgían desde los amplificadores.
Hubieron algunos que saltaban por los aires, otros surfeaban por el público, muchos agitaban la cabeza como si hubieran recibido la promesa de un jugoso premio si la sacaban de su lugar de costumbre. Otros movían las manos, cual muertos vivientes, pidiendo más y más; mientras, el cordero alimentaba.
No había tiempo para descuidos, pues de lo contrario, el moshpit inspirado por Ruin o Redneck, te llevaba sin ninguna esperanza de volverte al mismo lugar. En este punto ya no se distinguía entre hombre o mujer, si estabas en medio del camino, era más seguro correr de “manera irracional” (así define la wikipedia al moshpit) para evitar ser presa de la horda de zombies sedientos e irracionales que acudieron a la cita con “el cordero de dios”.
Al igual que aquel 5 de octubre en México, la producción no dejó absolutamente nada que desear. Creo que una variable para medir el buen audio de un concierto es el grado de sordera y zzzzumbido que genera en el público, así como el tiempo que se tarda en recuperar el oído. En este caso puedo decir que al salir y ahora mismo, unas cuantas decenas de horas después del concierto, solo escucho un “biiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiip”.
SETLIST
01. Desolation
02. Ghost Walking
03. Walk With Me in Hell
04. Set to Fail
05. Now You've Got Something to Die For
06. Ruin
07. Hourglass
08. The Undertow
09. Omerta
10. Contractor
11. The Number Six
12. Laid to Rest
ENCORE
13. The Passing
14. In Your Words
15. Redneck
16. Black Label
Continuamente, Shagrath golpeaba su corazón con el puño. Dos o tres golpes, uno tras otro, que no siempre significaban lo mismo. A veces marcaban el ritmo de las canciones y otras, agradecían a los hijos de Satanás. Su público. Aquellos que fueron divididos en el infierno –unos sentados, otros de pie- por unos demonios de rojo. El lugar donde todas las almas tenían cabida si estaban acomodadas. El lugar que cambió de color según el estado de ánimo de lo que allí se escuchó.
Verde
(Whispering voices summoning screams/Waiting for Satan to bless their sins)
Quince años tuvieron que pasar para que los hijos de Satanás escucharan en su entereza el Enthrone Darkness Triumphant para dejar escapar los gritos ahogados que permanecían en sus almas condenadas. Las primeras notas de Mourning Palace desataron en ellos la furia contenida. Los gritos seguramente llegaron a oírse hasta el paraíso porque le siguió Spellbound (By the Devil) y después In Death's Embrace. En el infierno se premia a los pecadores.
Los demonios de rojo tuvieron que actuar ante el desconcierto provocado por la música y ante el que ellos mismos causaban porque el infierno no es un lugar que necesite vigilancia. Los hijos de Satanás estaban consternados por su presencia sobreprotectora. Además de las eternas –como el diablo- fallas de audio, que se mejoraron conforme transcurrió el Enthrone…, del que también sonaron The Night Masquerade, Tormentor of Christian Souls y a A Succubus in Rapture. Todas. Algunas se escucharon mucho mejor que otras pero en el infierno se premian las injusticias.
Rojo
(Left are the kings of the carnival creation/Carrying out the echoes of the fallen)
Cinco minutos esperaron los hijos de Satanás para que el concierto continuara. No resultaron los únicos divididos. Después del último segundo de Raabjørn Speiler Draugheimens Skodde, deseaban la segunda parte. Aunque el concierto pudo haber terminado ahí, ¿qué más se le podía pedir a Dimmu Borgir tras tocar completo el Enthrone Darkness Triumphant? Arropados con sus harapos grises, la banda descargó Vredesbyrd, Kings of the Carnival Creation; además de tres canciones de su último álbum: Ritualist, Gateways y la homónima, Dimmu Borgir. El infierno une a los caídos.
Azul
(The battle raged on and on/Fuelled by the venom of hatred for man)
La espera acabó. Y el concierto se fue con ella. Los demonios de rojo no pararon de alinear al público en sus filas, de alumbrarlos con sus lámparas, de arrearlos. La banda tampoco paró. Las cartas finales de Dimmu Borgir fueron Puritania y Progenies of the Great Apocalypse. Una vez saciada la sed, los hijos de Satanás pudieron partir. Mientras salían, con Perfectionor Vanity de fondo, los demonios de rojo les indicaban hacia dónde tenían que ir. Pero eso también terminó. En el infierno también se sufre.
Dentro de la escena actual del metal existe una gran variedad de bandas con sus géneros y sub-géneros, mezclas particulares y estilos propios que las hacen únicas, algunas de antaño y otras que apenas comienzan y que se aventuran a las fauses de un basto mundo en el que lanzar un disco o realizar una gira puede ser su hundimiento o un salto en su carrera; tal es el caso de 13 Dates of Doom, una gira que se lleva a cabo por primera vez en norteamerica, la cual es bastante peculiar ya que esta formada por tres bandas contemporáneas y de diversos géneros que cuentan con una sólida base de fans alrededor del mundo. Ancient VVisdom, Blood Ceremony y encabezada por la banda sueca Ghost, recorren la costa Este empezando por Nueva York hasta la costa Oeste finalizando en California. Search & Destroy tuvo la oportunidad de presenciar este gran espectáculo en su sexta fecha que se vivió en Chicago, la ciudad de los vientos.
Los conciertos entre semana no son bien aceptados por la gran mayoria, pero el martes 24 de enero en The Bottom Lounge se anunciaba a la entrada el sold out para una velada prometedora. En punto de las seis de la tarde se inició el ingreso con una noche fría encima y nubes espesas que propiciaban una atmósfera adecuada para los asistentes que ya esperaban ansiosos por ver finalmente a Ghost en su primera visita a la ciudad.
Un escenario pequeño en un lugar íntimo dio la bienvenida a Ancient VVisdom, banda de Austin Texas integrada por Nathan Opposition, Ribs, Michael AVV y TA, quienes con su particular mezcla de rock, metal, folk y country al puro estilo redneck, abrieron el concierto con Alter Reality, preparando a los ansiosos asistentes. The Opposition, su hit, Necessary Evil, Forever Tonight, Death’s Head y Devil Brain, sorprendieron a aquellos escépticos. Entre sus instrumentos, Nathan Opposition quien tambien es la voz, fusiona un machete en sus percusiones y para VVorld Of Flesh agregó cadenas para tocar los platillos y lograr un sonido estremecedor llegando al final de su presentacion con By Fire Light.
Llegaba el turno de Blood Ceremony originarios de Toronto con Alia O’Brien en las vocales, órgano y flauta; Sean Kennedy en las guitarras, Lucas Gadke en el bajo quien particularmente apareció descalzo en el escenario para la presentación, y Andrew Haust en la batería. El lugar estaba lleno con alrededor de 500 asistentes a la espera del rock psicodélico de los 70 y la belleza de Alia con su flauta suave y caprichosa. The Great God Pan para iniciar invocando a los dioses antiguos como hace décadas atrás dentro de los bosques en Toronto. Hop Toad, Return To Forever, My Demon Brother, canción en la que la euforia de los asistentes se desató; The Witch’s Dance, I’m Coming with You y para finalizar su corta pero basta presentación, Oliver Haddo. Fue impresionante la conexión que el público tuvo en todo momento con la banda y aún más la presencia escénica que proyecta Alia quien robó el escenario con su marcada figura vestida de negro.
Ghost, banda estelar, originarios de Suecia que en el 2008 sacaron el demo/EP Elizabeth y un solo lanzamiento discografico Opus Eponymous, han creado bastante controversia, no sólo en nuestro país, sino alrededor del mundo donde se han dado a conocer por su particular estilo satánico y sus letras que giran en torno a rituales de la misma índole.
A la espera de su aparición, se escuchaban comentarios bastante diversos, desde los que ven a la banda como “fantocha” y estaban ahí por curiosidad, hasta los fanáticos que esperaban una gran presentacion por parte del Papa Emeritus y sus cinco Nameless Ghouls (cabe mencionar que uno de ellos no se presentó en el show debido a que estaba enfermo).
El reloj marcaba las 8:30 de la noche, los espectadores con cerveza en mano anticipaban a Ghost y entonces luces rojas que anunciaban el momento tan esperado iluminaban tenuemente el escenario y una capa densa de humo espeso lo invadía, los cuatro Ghouls aparecían a paso lento con sus sotanas tintas y capuchas que les cubren por completo el rostro, al unísono se manifestaba una introducción de cánticos gregorianos; tomaron sus instrumentos y se prepararon para la gran entrada del Papa Emeritus, quien con su casula negra de cardenal y franjas de cruces invertidas, guantes negros, su gorro papal que congrega una cruz invertida y la letra “g” como símbolo de la banda y su incensario, inauguraron el rito satánico con Con Clavi Con Dio durante el cual en forma de invitación al ritual, esparció incienso a los asistentes que estaban emocionados por ver finalmente a una banda tan particular que ya había pospuesto por distintas causas sus presentaciones en este continente. Su famoso sencillo Elizabeth a continuación; el Papa Emeritus preguntó como se encontraban sus súbditos esa noche, recibiendo gritos de respuesta como “Hail Satan”, “Satan, Satan, Satan”, "Ghost”. Prime Mover, Stand By Him hicieron retumbar el pequeño recinto, la euforia crecía entre los presentes y el calor, a pesar del frio invierno de la ciudad, se incrementó a la par del show. Death Knell y Satan Prayer dieron paso a la melódica e instrumental Genesis con sus acordes heavy proto-doom metal y la excéntrica presencia de los Ghouls en el escenario. Here Comes The Sun, cover de The Beatles fue sin duda una de las más coreadas, pero Ritual se llevó la mayor ovación de la noche. Ghost entregó un sonido peculiar, que a pesar de la falta de uno de los Ghouls en guitarra, sonaron brutal. El Papa Emeritus se acercaba a saludar a los asistentes que se encontraban cerca del escenario y hacía ademanes en forma de agradecimiento ya que su rostro no tenia expresion alguna. Al momento de retirarse del escenario un “Outro” sonó para despedir al grupo.
El público quedó satisfecho y lo demostró con una gran ovación a Ghost cuando ya las luces se encendían llegadas las 9:40 PM; así culminaba después de 50 minutos una de las presentaciones mas extravagantes, impactantes, envolventes y estremecedoras de la escena heavy metal actual.
Entre la gente se pudo apreciar un gran desfile de playeras que incluian a Charles Manson, Rob Zombie, Brujeria; vestimentas negras, cabelleras largas que no dejaron de “headbangear” entre otros artilugios de distintas bandas.
“Más que concierto, obra de teatro”, se ha dicho de las presentaciones de Ghost, comentario realmente erróneo, ya que la banda muestra una gran entrega a la gente salirse de su papel de ritual excéntrico y su música con letras oscuras.
Viernes 25 de Noviembre de 2011 El Plaza Condesa
México, D.F.
Por Sergio Alvite
Fotos: OCESA/Nerea Basterretxea
Bien dicen que las cosas pasan por una sencilla razón, y todo lo que Agora vivió en los últimos cinco años desembocó en esta velada, la noche que los consolidó en la escena actual nacional como uno de los más grandes, comprobando que el esfuerzo, dedicación y trabajo rinden frutos.
El sexteto de metal progresivo presentó su más reciente disco, Regresa Al Vértigo en un Plaza Condesa que vió por vez primera a una verdadera agrupación de metal en sus suelos, y mejor aún, mexicana. En verdad esta cita denotó el ejemplo a seguir que es ahora la banda; Eduardo "Nat" Contreras así lo dijo al concurrido público, el heavy de nuestro país es una realidad y nada lo puede detener, ellos dieron fe de esta veracidad. Tan así fue que dieron oportunidad a una agrupación venidera, Ancestry, quienes desde Chihuahua inauguraron la noche con gran power metal cimbrado en la voz de su cantante Alex Gavilan. Buena presentación y sonido, mismo que así se mantendría para los estelares.
No sólo fue especial este concierto por su significado, también por que se grabó en DVD para su lanzamiento a mediados de 2012; la gente lo sabía y lo disfrutó, sus gargantas estallaron. Ilustre era ya la velada pero además ver entre los asistentes a músicos de bandas como AFK, Goatzilla, War Kabinett, Divine Sword y Glass Mind entre otros, denotaron el apoyo que hoy en día existe en nuestra escena, ¡excelente! Además, ex-integrantes de Agora como Bosch o Pablo Longi ahí estuvieron también.
A la par de la gran actuación que el grupo ofreció estuvo la producción, una odisea de luces y efectos que dieron más elegancia a esta magnificación progresiva, ingrediente que pocas veces se ve en un show de heavy con una agrupación de nuestras filas; por ello tan especial este evento.
Agora, a través de sus miembros, quienes lucieron intactos en su ejecutar, tocaron temas de todos sus discos, abarcando gran parte del que nos reunía, Regresa Al Vértigo, pasando por su debut Segundo Pasado, material que precisamente este año cumple su décimo aniversario, inyectado por la pasividad y a la vez ferocidad de Zona de Silencio y la nostalgia de Silencio Acústico, hasta el enardecido RAV.
Hombre Máquina, Refugio Vital, 365, Regresa al Vértigo, Una Sola Palabra, Dunas de Mar, Segundo Pasado, 1000 Futuros y más, fueron algunos de los temas que sonaron esa noche, además de apariciones especiales y un escenario esplendoroso.
Daniel Villareal al bajo mostró madurez, aquella que se avistaba desde las primeras aportaciones en la gira de Zona de Silencio; Manuel Vázquez, consolidado en su instrumento al igual que Sergio Aguilar; Lalo Carrillo, indenme a las percusiones, mientras que Héctor Barragán a los teclados convirtió su discreto estandarte en una exaltación sonora. Todo un frontman a seguir es "Nat" Contreras, quien incluso se dio el lujo de invitar a fans a cantar 1000 Futuros sobre el entarimado.
Agora parece haber completado un ciclo de conquista en México; le sigue América Latina y esta sólo está a espera de ellos…
Tal y como lo dijimos en la cobertura que realizamos en vivo a través de Twitter, esta fue la noche del metal nacional, por lo menos de la nueva era.
Gracias Agora no sólo por su música, sino porque fueron, han sido y son, una de las pocas bandas que apoyaron en todo momento a S&D.
Un nombre puede llegar a ser como el destino o el estigma con el que viva una marca, persona o cualquier tipo de negocio; y en este caso en particular, el festival de metal realizado en Guadalajara este 19 de noviembre, acuña de gran manera un destino que trae desde su nombre: un cielo y un infierno. ¿Por qué? Porque así de contrastante fueron sus opiniones, su organización y su experiencia (experiencia vivencial, más que un curriculum). Un agridulce momento tanto para el público asistente como para algunas de las bandas que en éste participaron.
Organizar un festival con tantas agrupaciones no debe ser una tarea fácil, pero más allá de la dificultad, es una tarea que debe de efectuarse de manera minuciosa, cuidando todo aspecto de la logística, los espacios, el sonido, y darle a las bandas – por chica o grande que sea – la atención que merece, el sonido adecuado y darles un espacio en donde su música y espectáculo suenen como debe de ser, para un público que pagó por verlos a todos ellos.
Ante la negativa de la cancelación de Overkill y Moonspell, debido a problemas logísticos y de aerolíneas, el público empezó a tener un sabor negativo contra la organización, aunado a que se comenzó a especular demasiado sobre la cancelación de otros grupos lo cuál, generó aún una peor idea del festival. Sin embargo, fueron las dos únicas ausencias en el festival tapatío.
Pero no todo fue negativo, la entrada fue muy buena, la gente en general se le veía contenta, había mucha gente de Guadalajara, se recibieron visitas de otros estados de la República Mexicana, y hasta de Centroamérica, lo cuál generó un gran ambiente, ya que casi todos los escenarios estaban a tope atestiguando el sonido de las bandas locales, nacionales e internacionales.
En tres escenarios principales y dos pequeños, el público fue descargando su necesidad de metal, dando lo mejor como audiencia, lo cual recibía una grata retribución por parte de la banda arriba del escenario. Bandas mexicanas como Thell Barrio, Dirty Woman, Split Heaven, Intoxxicated, Mystica Girls, entre muchas otras, junto con los ya consagrados, Maligno y Here Comes The Kraken, fueron dando dosis de su buen metal y hard rock de calidad, encendiendo así los ánimos de la tarde-noche, preparando al público para las internacionales que vendrían después. La presencia de estos grupos en el festival refuerza la escena nacional, que dentro de sus diversos géneros, proveen al público de grandes propuestas; la reacción de la gente es la mayor prueba de ellos, generando esa clase de conexión, la escena del metal nacional está más viva que nunca.
Poco a poco se fue dando paso a la llegada de las bandas internacionales, Lizzy Borden se encargó de llenar de sangre y de gran hard rock el escenario principal del festival, llevándose el cariño y respuesta de la gente. La banda de Los Angeles dio más de lo que se esperaba a su público, quienes tenían años esperando ese regreso, y los nuevos fans, se fueron más que satisfechos por el espectáculo entregado. Por otro lado en el Hell Stage, los ya consagrados de Oregon, Wehrmacht, encendieron a la gente de una espectacular manera, el pit era impresionante, la vibra de la banda era de felicidad por la respuesta del público, dando así una de las mejores presentaciones en ese escenario.
En el Monster Stage se suscitaron las bandas más extremas, los canadienses de Panzerfaust con su blackened death metal veloz y trepidante, que se ganaron a la gente de manera fácil mientras regalaban playeras y CDs, sumado al carisma de su cantante quien con un limitado español se mostró siempre agradecido y cordial con el público.
Con horarios confusos y largas esperas, la gente corría de un escenario a otro buscando a su grupo favorito, sí había mucho molestia en la gente, pero conforme aparecían las bandas el ánimo se convertía en euforia y desahogo para un público que nunca terminó de entregarse a las bandas. En el escenario principal, Heaven Stage, llegaría la banda heredera de Epica, Mayan, quienes con un metal sinfónico y ecléctico encendieron a la gente. Después llegó la excelente banda de thrash metal alemán, Destruction, quienes de inmediato mostraron el por qué es una banda pilar de ese género. El trío encendió de inmediato al público con sus trepidantes riffs y batería acelerada. Los alemanes se mostraron por demás agradecidos y dieron un gran espectáculo en Guadalajara, siendo así, uno de los mejores actos de este masivo. Seguidos fueron por los excelentes Fear Factory, quienes de mano de la batería de Gene Hoglan, mostraron lo mejor de su fructífera carrera. Dino Cazares y Burton C. Bell se encargaron de siempre animar a la gente, quienes a pesar del cansancio, le otorgaron a la banda californiana, una de las mejores respuestas y cariño de la noche.
Riffs masivos fueron los que se sintieron en el José Cuervo Salón el pasado 19 de noviembre con la primera visita a México de Down. Una masiva destrucción protagonizada por el sonido fue recibida por los cientos de asistentes que no sólo acudieron al llamado del sludge que este quinteto de Nueva Orleans manifiesta, sino también por el legado engendrado por Phil Anselmo en sus anteriores bandas como Pantera.
El recinto no lució mal, pero la asistencia pudo ser mejor, sobre todo por las personalidades que se pararon en el entarimado… No sólo Anselmo tiene un pasado de éxito sino también sus colegas: Pepper Keenan de Corrosion Conformity, Jimmy Bower de Eyehategod y Superjoint Ritual, el recién ingresado al bajo y sustituyendo a Rex Brown, Patrick Bruders, ex-integrante de Goatwhore y ahora actual miembro de Crowbar. Y para concluir esta alineación de lujo, el también cantante y guitarrista de Crowbar, Kirk Windstein.
Originalmente la cita vería a las féminas de Ruido Rosa como abridoras, al final y sin desprestigiarlas, resultó mejor que no pudieran acudir a tocar puesto que los mismos Down y su crew "inauguraron" el rock con máscaras de luchador, tradición mexicana. El técnico de guitarra, batería y demás, estuvieron divirtiéndose con jams e improvisaciones que también fueron acompañadas por Windstein a las guturales, así como Bower al bajo. Excelso e hilarante, sobre todo por el denotar del buen momento que ellos vivían. Tras los amplificadores podía verse a Anselmo y Bruders haciendo lo respectivo.
Luego de ese detalle y tras unos minutos, los Down "verdaderos" saltaron al escenario con una intro que sacudía ya los oídos, iniciando así con Lysergik Funeral Procession y una montaña de riffs en Undearneath Everything. La noche se vió invadida en su mayoría por su primer álbum de 1995, NOLA, aquel que comenzara todo y que diera un nuevo significado al stoner.
Anselmo rápidamente mostró su agradecimiento con la gente por ese recibir que parecía no esperar. Los demás se vieron empapados de ese entusiasmo para detonar Lifer, dedicada en propias palabras del ex-Pantera a su amigo Dimebag Darrell.
En varias ocasiones Anselmo se dio el tiempo para "charlar" con la gente, entablar algunos mini discursos y hasta colocarse a la cintura la bandera mexicana o la máscara de El Santo, al unísono de temas como New Orleans Is A Dying Whore y Temptation's Wings. De hecho fue tal la fiesta vivida que hacia al final del show entonaron una pequeña parte de Walk de Pantera; gran parte del público iba esperando algo así, y por fortuna para ellos se dio, después de todo este cantante es una leyenda y así lo comprueba cada vez que toca un micrófono. Su pasión la transmitió a todos nosotros.
El encore se enfocó en su primer CD, Hail The Leaf y la cantada por todo el José Cuervo, Stone The Crow, poder sureño en toda la expresión. Y para finalizar y fieles a su tradición, Bury Me In Smoke, que vio un cierre con el crew relevando a Down para seguir la canción hasta su fin; fue ahí cuando la celebración cobró más significado.
Keenan fue enardecido; Windstein, delirante. Bruders enseñó el porque fue elegido para esta tarea, ¡que tan monumental porte y disposición dio! Bower, siempre sobrio pero con una imponencia percusiva que sólo dioses de la batería podrían entregar.
Down querrá regresar, no hay cuestión alguna. Anselmo, siempre alabado en este concierto, así lo manifestó. Ojalá los promotores vuelvan a tener esta opción de traerlos, aunque quizá a un recinto más íntimo.
La avalancha de fuerza que una guitarra puede invocar, a la par de actitud y preferencia, ahí se vivieron. Quienes optaron por acudir a esta velada, saben que no se equivocaron.
SETLIST
Intro
Lysergik Funeral Procession
Underneath Everything
Lifer
The Path
Pillars Of Eternity
Losing All
N.O.D.
New Orleans Is A Dying Whore
Temptation's Wings
Ghosts Along The Mississippi
Eyes Of The South ENCORE
Hail The Leaf
Walk (de Pantera; incompleta)
Stone The Crow
Bury Me In Smoke
Megadeth regresó al hangar mexicano con dos presentaciones en el Distrito Federal, las cuales sirivieron de promoción de su nuevo LP Th1rt3en, el más reciente disco que revive el espíritu de discos como Countdown To Extinction.
Dos noches y absolutamente llenas, por lo menos así se anticipó con una venta de boletos que voló y se acabó de inmediato. A diferencia de su anterior visita en 2010, los estadounidenses se presentaron en el José Cuervo Salón, lugar que para algunos resulta polémico en el aspecto de sonido.
Las dos citas vieron el fluir de clásico tras clásico, todo ello respaldado por una gran musicalidad, sobre todo de Chris Broderick en las seis cuerdas. Su ejecutar fue limpio y casi inescrutable; comprobó el porque ya tiene un lugar entre los mejores guitarristas contemporáneos y además, en la historia de la banda.
Dave Mustaine esta vez no resultó tan serio, aunque su temple siempre es de admirarse a la par de otro miembro original de Megadeth, Dave Ellefson, quien se vió sonriente y entonando piezas clave para canciones como In My Darkest Hour o Peace Sells.
Shawn Drover, baterista, lució entero en temas como Trust, la cual abrió ambos shows; Hangar 18 o She-Wolf. Uno más que con el tiempo es imprescindible en la actual era del cuarteto.
La parte técnica del escenario hacia la gente fue controversial, sobre todo en la segunda noche por el audio. Para algunos sonó bien, para otros no; depende de la ubicación en el recinto. En la parte superior del salón, por lo menos el concierto del miércoles 16, se escuchaba excelente; la voz de Mustaine se sentía intacta, los riffs y solos se oyeron en plenitud; y el esqueleto rítmico, monumental.
Por otro lado, la gente. Su participación fue vital para corear los temas con gritos, aplausos y entonaciones hímnica que se están volviendo clásicas en este lado del continente.
Megadeth mejora con los años y no dejó cuestión alguna de que siguen siendo grandes entre los "cuatro grandes".
SETLIST (Miércoles 16)
Trust
In My Darkest Hour
Hangar 18
Skin O' My Teeth
She-Wolf
Angry Again
A Tout Le Monde
Dawn Patrol
Whose Life (Is It Anyways?)
Public Enemy No. 1 Sweating Bullets
Head Crusher
Poison Was The Cure
Symphony Of Destruction
Peace Sells ENCORE
Holy Wars… The Punishment Due
SETLIST (Jueves 17)
Trust
In My Darkest Hour
Hangar 18
Wake Up Dead
Public Enemy No. 1
Angry Again
A Tout Le Monde
Poison Was The Cure
Head Crusher
Whose Life (Is It Anyways?)
Dawn Patrol
Sweating Bullets
She-Wolf
How The Story Ends
Symphony Of Destruction
Peace Sells ENCORE
Holy Wars… The Punishment Due
Kyuss Lives! se presentó por primera vez en México y como su nombre lo indica, revivió el poder que su nombre enalteció en los 90. Es verdad que no es lo mismo sin Josh Homme, pero esta alineación refrenda lo que hace algunas décadas mostró y vivió a cada noche que se presentaban en un escenario.
La cita era muy esperada por quienes siguieron de cerca la carrera de John García, Brant Bjork y Nick Oliveri. Su historia es vasta y la verdad es que la banda que inauguró el rock en el Circo Volador, El Diablo, también posee amplio abolengo.
Son pocas las ocasiones en que se equipara a grupos que tengan relación entre sí en cuanto a sonido, ello en busca de alguna agrupación que abra los shows. Ayer se comprobó que siempre hay un tal para cual pues El Diablo lleva años tocando y enalteciendo el sonido stoner en México. Los riffs que ahí sonaron tuvieron clase, cortesía de Iván Nieblas "El Patas" a la guitarra y voz; la sección rítmica fue igual de detonante a las manos de Fernando Benítez en batería y Víctor Jerez en bajo.
Lo mejor de todo es que entre quienes disfrutan de esta música, generalmente lo hacen sin prejuicios y vitorean la calidad. El público recibió con ánimo temas como la abridora Mirror Love, o aquella que casi derrite los rostros, See Men Fall, cerrando con un exitoso set de psicodelia y honores a Jimi Hendrix en Voodoo Child/Electric Sex Messiah. El Diablo sumó más a su legado.
SETLIST
Mirror Love
Mastertrip
See Men Fall
Voodoo Child/Electric Sex Messiah
Con un entarimado ardiendo por la detonadora música que había circulado minutos antes, Kyuss Lives! por fin se presentó en nuestro país tras años de espera. Al anuncio de su reencuentro en 2010 había esperanzas de su llegada pero nada tan excitante como el show que entregaron en aproximadamente hora y media, increíbles.
John Garcia aún posee el carisma que lo llevó a caracterizarse por una voz esencial y movimientos únicos; Brant Bjork, toda una explosión percusiva, pocos como él. Nick Oliveri enfocado en las cuatro cuerdas, participando con un sonido masivo y una personalidad imponente. Y por último pero no menos importante, Bruno Fevery, el más nuevo en el grupo. Aunque no es Homme y tiene la difícil tarea de "reemplazarlo" por decirlo de alguna manera, magnificó los riffs que se crearon hace mucho tiempo y dejó su propio sello, vislumbrando un nuevo futuro con Kyuss, dejando en claro que él puede con la encomienda.
Extasiante fue cada canción que entonaron desde la que inauguró, Gardenia, hasta Spaceship Landing la cual formó parte del encore a la par de Allen's Wrench y la que concluyó la orgásmica presentación, Green Machine, aquel track del legendario Blues For The Red Sun.
El setlist abarcó gran parte de Welcome To Sky Valley de 1994. El primer LP no tuvo presencia pero si el último, …And The Circus Leaves Town.
El sonido fue casi impecable, salvo algunas oportunidades en que la voz y la guitarra se vieron afectadas, pero tampoco interrumpieron la magnificación y potencia de estas cuatro autoridades del dominio rocker.
Bjork impuso en Hurricane y Conan Troutman, a la par de Fevery en Odyssey o Whitewater. Intenso fue Oliveri, tanto que tuvo que utilizar el amplificador de El Diablo; y Garcia quien con pocas palabras hacia el final, presentó al grupo y mostró su agradecimiento ante tal recibimiento y participación. La gente no dejó de cantar cada canción, desde Freedom Run a El Rodeo y la veloz 100°.
No hay más, ojalá todos los conciertos fueran como este, en donde los músicos se gozan y disfrutan a los asistentes. Todos ellos lucieron emocionados; al público lo dejaron delirante. La noche fue frenética y enardecida, los ánimos así concluyeronpor una velada de riffs históricos.
Garcia poco antes de comenzar su set, tuvo la amabilidad de comentarnos que tras este tour por América Latina, compondrán y grabarán un álbum completamente inédito; posteriormente se enfocará en Garcia Vs Garcia y habrá más de Kyuss Lives! en gira.
Gracias a Dilemma y a Luis por permitirnos cubrir esta cita que se queda corta al decir "conciertazo". De lo mejor del 2011 en vivo.
SETLIST
Gardenia
Hurricane
Thumb
One Inch Man
Freedom Run
Asteroid
Supa Scoopa & Mighty Scoop
Conan Troutman
Odyssey
Whitewater
El Rodeo/100° ENCORE
Spaceship Landing
Allen's Wrench
Green Machine