Lita Ford, la rubia más sexy del rock norteamericano, este año nos deleita con una nueva producción que se titula Living Like A Runaway, haciendo una referencia a sus años juveniles con la súper banda adolescente The Runaways, aunque no teniendo nada que ver en realidad, tan sólo el título y con un sonido mucho más parecido a su era de solista que con la banda que la vio nacer.
El material es un álbum solido cómo cualquiera de los que sacó en los ochenta y con canciones que pueden ser parte de su repertorio de clásicos como Kiss me Deadly e If I Close My Eyes Forever. Entre las más destacadas está Hate, que comienza con una línea de bajo golpeador e invita a mover la cabeza al igual que The Mask, con la que el beat heavy continúa. Living like A Runaway y Asylum, power ballads pegajosas y con buen ritmo de guitarra, son pegajosas desde la primera escuchada. En Love 2 Hate U comparte créditos con una desconocida voz masculina haciéndola también de las más atractivas.
La ferocidad de Living like A Runaway seguramente la sacó después de su divorcio con el vocalista de Nitro, Jim Gillette, demostrando que siempre ha sido poderosa dentro de su faceta en solitario.
Este disco es súper recomendable para cualquier que se digne llamarse fan de Lita y del buen rock ochentero.
“Si algún día tiran una bomba nuclear que acabe con todo Lemmy y las cucarachas sobrevivirán” -un fan- “Lemmy its like a fucking radioactive cowboy” –¿?- “Hard Rock Jhonny Cash” -¿?-
Para “la peor banda del mundo” como muchas revistas los consideraban, aquí está el mejor/peor documental del peor hijo de puta: Lemmy Kilmister. Un paseo de tres años que los directores Greg Olliver y Wes Orshoski hicieron junto a la banda (Lemmy, Phil Campbell y Mikkey Dee: "el mejor baterista del mundo") y el Roadcrew que pocas veces varía, y que podemos apreciar en los extras tocando obviamente (We Are) The Roadcrew.
Jack Daniels, Marlboro, botas, sombrero, Speed y muchas chicas a su alrededor. Eso es básicamente Lemmy. “The band as himself” es como lo presenta alguien en un concierto, no recuerdo quien. Pero con mucha razón por que con quien toque, la canción que sea, se escucha su bajo a todo volumen, distorsionado y rasgueado al estilo de una guitarra y eso es el sonido de Motörhead.
La narración no sigue una línea recta. El paso del tiempo no los marca el autobús que siempre va adelante y para alguna ciudad; la banda toca y sigue su ruta. De aquí se van ramificando diversas historias relacionadas directamente al grupo o Lemmy en otras épocas. Entrevistas con varios grandes del rock como Henry Rollins y Dee Snider (Twisted Sister) que no podían faltar. Un Scott Ian (Anthrax) muy gracioso con sus historias, hasta un Lars Ulrich que bueno… es Lars Ulrich o lo que signifique que es ser él.
La balanza entre diálogos y rock n' roll es muy buena y no da tiempo a desear ver una u otra por aburrimiento o saturación. Aparte de contar con más de tres horas de extras para disfrutar cuando uno quiera, tienes la opción de descargar más contenido en línea (www.lemmymovie.com/bonus) si uno lo desea.
Muy buen rockumental que nos lleva muchas veces a beber en el sofá con Lemmy o verlo beber y jugar a las máquinas, mientras se relaja para la siguiente gira en el Rainbow de Los Angeles, o esperar que prepare unas riquísimas patatas grasientas.
Y si eres un "junkie" y aún quieres un poco más, totalmente ajeno a este documental puedes ver: Live Fast, Die Old. Seguro que está en YouTube o en algun lugar de la red.
A verlo. ¡Ellos son Motörhead y salieron a beber!
-¿Quién ganaria en una pelea entre Dios y Lemmy? Preguntaba el personaje de Brendan Fraser a un supuesto productor de música en la película Airheads para ver si era de verdad o un policí en cubierto.
– Dios…(¿?) contesta
– ¡Mal! dice Steve Bucemi
– Lemmy… segundo intento
– Te equivocas imbécil. Es una pregunta con truco, Lemmy es Dios
Adam Yauch, M.C. Nathanial HörnBlower o como quieras llamarlo, nos ha dejado; insustituible como músico y como persona. Director, productor, bajista, M.C.A. ayudó a mucha gente y cumplía al 100% con la compasión, regla fundamental para practicar y entender el Budismo.
Vegetariano y una de las voces mas importantes en el Free Tibet Movement, creó el festival Tibetan Freedom Concert y la asociación Milarepa Fund. Dueño de los Oscilloscope Studios y más tarde su hermana hizo lo correspondiente con Oscilloscope Pictures; ambos apoyando el espíritu independiente del arte.
Junto con sus compañeros Mike D y Ad Rock, publicaron el fanzine Grand Royal Magazine. Su contribución más grande conseguida con dicho fanzine fue el término que dieron a un estilo de corte de pelo: "Mullet". Para que te hagas una idea del corte, es como el de MacGyver o el de James Hetfield por allá de 1995. ¿Representantes mexicanos de ese corte? Millones, pero alguien que lo llevó con mucho orgullo fue el futbolista Miguel Herrera.
El concierto dado por los Beastie Boys en el Madison Square Garden (casa de los Knicks de Nueva York) fue dirigido, grabado e ideado por Adam. Se hizo una selección del público asistente (unas 30 personas) y se les dio una videocámara; la única regla: ¡no parar de grabar! Otras dos cámaras, una en la cabina de Mix Master Mike (DJ) y otra que sigue en el escenario a los tres raperos, completan las imágenes de este concierto documental.
El público de los Beastie Boys es muy extenso y lo podemos ver en varias opciones que tiene el DVD, desde las filas en los conciertos a los famosillos que hablan de ellos. Freaks disfrazados de personajes creados por los Beasties, niños y alguno que otro anciano. Difícil de conseguir esto en una audiencia ¿no lo crees?
Variando el estilo musical… y pasando de los samplers a los instrumentos, Beastie Boys “rockean” y se apoderan del Madison y su gente. Con apariciones especiales de Doug E. Fresh y Money Mark en los teclados de fuego, podemos disfrutar una de las mejores actuaciones de este trío o al menos una en la que se mezcla todo: imágenes, épocas, beats, notas, micros y platos; rock, rap, funk y soul 'n' roll.
La caja tiene una presentación con una estética a lo Star Wars y una introducción a lo Scarface y con mucho material adicional es perfecto para conocer un poco más a los grandísimos Beastie Boys, y para mínimo, disfutar con un par de cervezas y mover la puta cabeza al ritmo de sus letras y su buena musica.
Cuando supe de la existencia de este documental, mi excitación fue la misma que conseguir boletos para un concierto de Ozzy. Luego de tenerlo en mis manos, fue esperar el momento perfecto para verlo; dejar que se añeje un poco en un rincón de casa.
El documental empieza justo antes de un concierto en Buenos Aires: Ozzy calentando en backstage haciendo ejercicios vocales, para luego comenzar la historia desde sus inicios: Black Sabbath.
La narración es muy rápida y se centra básicamente en la lucha del cantante por dejar el alcohol, llena de anécdotas que ya conocemos como la del Alamo o la clasica decapitación de un murciélago por una mordida durante un concierto. Pocas imágenes que no se conozcan como las de Randy Rhoads y entrevistas recientes con Geezer Butler, Bill Ward y Tony Iommi.
Intervenciones de Henry Rollins y Tommy Lee, igualmente rápidas, que no aportan nada nuevo. Cualquiera de estas historias las podemos encontrar con detalle en vómitos, close up a las tetas y con restos de cocaina en los libros I Am Ozzy y The Dirt (biografia de Mötley Crüe). Los que sÍ aparecen mucho son sus familiares (hijos, hermanos y Sharon, su esposa y manager) y esto hace que parezca un capitulo mas de The Osbournes.
Tiene varias imágenes y situaciones que nos enseñan como es Ozzy de verdad hoy en día y que nos ayudan a comprender su pasado. Pero que no funciona como un verdadero Rockumental. Como introducción a un gran documental del “Principe de las Tinieblas” en un futuro, está bien.
Contundente, aplastante, apabullante, rotundo, brutal, bestial, violento, feroz, pesado y rápido, así es Relapse, el nuevo disco de Ministry.
Y no estoy exagerando. Basta escuchar los primeros dos minutos de Ghouuldiggers para darse cuenta que al tío Al Jourgensen le sentaron bien los casi cuatro años de descanso obligados, pues regresó con la maquinaria más afinada que nunca para demostrar que Ministry tiene aún mucho que decir y hacer en esta época del mundo en crisis.
Con tan solo 10 tracks en la edición normal y 11 en la edición limitada (entre los cuales hay un cover a United Forces de SOD y un remix hecho por el mismo Jourgensen), Relapse muestra un viraje en las liricas de la banda, dejando atrás las críticas a George W. Bush y enfocándose ahora en la situación política y económica actual, temática muy afín de su autor.
Desde hace mucho tiempo que Ministry juega en las grandes ligas del metal mundial, sin duda alguna con este disco la banda consolida su posición como maestros en el arte de hacer parecer a un par de guitarras, un bajo y batería (virtual) como una artillería pesada capaz de pasar a máxima velocidad por encima de todo. Si dudan de ello, escuchen el segundo o tercer track (Double Tap y Freefall respectivamente), y confirmarán que en poco más de ocho minutos y medio, Al Jourgensen, Mike Scaccia, Tommy Victor y Tony Campos arrasan con aquello que se les pone enfrente.
El nivel se mantiene en United Forces, revolucionada al 100%; la banda le confiriere a la canción un nuevo toque al más puro estilo Ministry. Hacen un perfecto tributo a los neoyorquinos Stormtoopers Of Death (en este momento es preciso decir que si de brutalizar temas ajenos se trata, Ministry se lleva las palmas, para muestra escuchen Cover Up del 2008).
De gran carga política, la canción más “relajada” y coreable es la que decidieron lanzar en diciembre del 2011 como primer sencillo del disco llamada 99 Percenters. La rola es una especie de puente a lo que podría ser la segunda parte del álbum; canciones un “poco” menos veloces y más rítmicas que los primeros tracks.
Bloodlust, el último tema, tiene un riff que atrapa desde el primer instante, es una invitación con mucha actitud al headbanging. Es el punto final a un disco sencillo, sin grandes pretensiones ni complicaciones técnicas; un redondo que precisamente en su simplicidad tiene uno de sus mayores atributos: metal directo, sin decorados innecesarios, con mucha actitud (aportada en gran medida por las voces de Jourgensen), contestatario y con un claro mensaje: Ministry está de regreso.
Para mí no hace falta escuchar otro disco en lo que resta del año, ya tengo mi favorito; y estoy seguro que sus también.
Para quienes quieran ver el gran regreso de Jourgensen y compañía, pueden acudir al festival de Wacken en Alemania en el próximo mes de agosto, donde actuarán junta a bandas como Scorpions, Machine Head, Napalm Death, D.R.I., entre otros. O si lo prefieren, antes de ese encuentro en tierras teutonas, darán un par de fechas en España.
Escuché por error de atrás para adelante el nuevo disco de Majestic Downfall. Eso me hizo pensar en aquello de que “se deja lo mejor para el final”. De ocho canciones que son en The Blood Dance, la octava bien podría abrir el disco. Sin embargo, y conforme avanzó, sentí que cualquiera pudo haber iniciado y cualquiera, también, pudo haber cerrado. Eso me hizo pensar en aquello de calificarlo como un “disco redondo”. Es así, pero, y lo agradezco enormemente, este material se aleja de esos lugares comunes. Su camino es otro. Es un paraje desolado, con árboles deshojados a punto de derrumbarse. Así me lo hace imaginar. Porque lo que hace este álbum es crearte imágenes en la mente. Y hacerte sentir desde el primer momento su música, que ya no sabes si es doom a secas o si tiene algún toque mínimo de otro género, como dark metal, o si se encamina hacia el death. No sabes si la herencia es de My Dying Bride, de Sentenced o de Amon Amarth. Pero eso sí, ambas cosas van de la mano: sientes la música, cierras los ojos y ya estás en aquel paraje en donde nadie habita. En el que estás solo tú y el camino. Tú, guiado por el tempo que va despacio al inicio y que a veces acelera, como una turbulencia, como un momento de ira. Tú, totalmente libre y a su vez a merced de lo que la música dicte, de lo que se aparezca de frente, que es impredecible. Tú, escuchando claramente cada palabra pronunciada, piensas, por dos voces o tres, que te hablan como si supieran todo de ti. Pero es un solo hombre, Jacobo Córdova, quien creó toda la música en algún lugar de Querétaro. Eso me hizo pensar en aquello de que la desolación es universal.
Waiting Mortuary y Sky Burial son los dos conceptos de los que se nutre este disco. El primero refiere a las construcciones que se hacían con campanas, principalmente en la Alemania del siglo XIX, para detectar el movimiento de los muertos o del muerto que iba a ser enterrado en esos sitios. Las campanas sonarían o no, porque no se tenía certeza de la muerte. El segundo, es una práctica tibetana en la que se disponía al cuerpo muerto a la naturaleza, a los animales. Lo acompaña la idea del renacimiento del alma. Leinchenhaus es, entonces, un álbum que se niega a la idea de la muerte definitiva.
Formada por miembros de Intronaut, Graviton y Abysmal Dawn, Bereft toca "dark, depressing doom” como ellos mismos se han definido. Y no es mentira, sin embargo les queda un poco corta la etiqueta. Hay elementos de stoner, de sludge metal que incrementan la pesadez, la densidad de su música. El tempo es lento, va a pasos largos, despacio. Es viajar a pie un camino lleno de detalles en los que hay que fijarse. En los que solo es posible hacerlo si se viaja de esa forma, no en camión, no en bicicleta, nada que aumente la velocidad de los pasos humanos. Esos que dirigen a los hombres directo al cementerio. Porque algo te has de encontrar si vas caminando: una moneda, una llanta royéndose, una serpiente de cascabel, un oasis en medio del desierto o a la muerte arropando el cadáver de una cucaracha recién pisada. Es sentir en carne propia los acordes melódicos, el bombo-tarola-bombo engrosados por una voz gutural que se apoya de otra que agoniza en alguna parte, durante siete canciones en las que el tiempo es imperceptible, ajeno. Son los armónicos y la línea de bajo los que trazan el camino. Esa carretera que parece infinita y desolada, que es la vida, que es este disco. Y que pareciera no tener final.
A Cydonia los han comparado con Fear Factory, Divine Heresy, Meshuggah. No es en vano la comparación. The Sequences Of The New Chaos es la razón principal. En el convergen el metal industrial, el death, el deathcore y, según la propia banda, algunos toques de power. Desde el primer corte (después del intro, A Black Hole In The Sky) Cydonia consigue captar la atención del escucha, y lo hace esperar la siguiente canción hasta haber escuchado los doce tracks. Así transcurren Confront the Silence, Dying in a Dream of Light, My Deep Shadow, con una producción a la altura de sus símiles internacionales.
Si la reproducción fuera aleatoria, difícilmente habría catalogado a Cydonia como una banda joven, independiente, nacional. Habría pensado en otra cosa. Me habría confundido con Soilwork por ejemplo, quienes son influencia de esta banda defeña. Y eso es lo que más agradezco de este álbum: la confusión. Que, más allá del caos que envuelve sus letras, su temática, sea su música la que elimine cualquier etiqueta, aunque sea inevitable la comparación con bandas de fuera. Que es lo que muchas veces buscan los grupos nacionales, que no se les menosprecie, que se les escuche en su justa y real dimensión. Cydonia consigue eso. Acaso el disco presenta una falla, quizá una contradicción: pasada la pista 6, se vuelve un tanto repetitivo, monótono. Se disfruta y se sufre al mismo tiempo. Se espera a que termine pronto para quitarlo del reproductor y volver a oír las primeras canciones, aquellas que golpearon fuerte en los oídos, las que ofrecen todo desde un principio.
Epica regresó este 2012 con su quinto álbum de estudio producido por Sascha Paeth, el cual presenta cosas muy buenas.
Para muchos su disco anterior Design Your Universe, es el mejor que han grabado, por lo que este nuevo material era esperado con ansias por todos sus seguidores.
Requiem For The Indifferent arranca con Karma, una intro orquestal que nos prepara para el que puede ser el mejor tema del disco, Monopoly On Truth con buenos riffs, una batería rápida y el juego de voces característico entre Simone Simons y Mark Jansen. Storm The Sorrow es un track que ya se conocía, el cual no es malo, pero sin duda no es el referente del material.
Delirium es una muy buena balada en donde Simone se luce y que gracias al solo de Isaac Delahaye la canción se recordara durante un buen tiempo. Internal Warfare es una de las composiciones más fuertes, con buen ritmo y un toque progresivo. Requiem For The Indifferent es de lo mejor de este trabajo, cuenta con los clásicos coros, partes guturales y riffs que tendrás en la cabeza durante mucho tiempo. De lo más sobresaliente del álbum.
Anima sirve como una introducción instrumental para Guilty Demeanor, tema de corta duración en donde se ve el sello característico de la banda. Deep Water Horizon va de menos a más, comienza lenta y puedo decir que hasta un poco aburrida, pero gracias al ingenio de Mark esta se va levantando considerablemente y muestra la madurez de Epica.
Stay The Course junto a Deter The Tyrant, mantienen la línea del grupo: buenos coros combinados con la voz de Simone y una base rítmica y sólida. Ambas son buenas pero les falta poder para convertirse en clásicos.
Avalanche es un tema difícil el cual debes escuchar varias veces para poder digerirlo ya que los cambios de ritmo están muy marcados. Al comienzo puede parecer una balada pero poco a poco va creciendo de forma dinámica gracias a la gran cantidad de detalles instrumentales que tiene. Serenade Of Self-Destruction es la canción más larga, la cual es completamente instrumental y perfecta para cerrar el LP.
Sin duda Requiem For The Indifferent es un buen álbum, pero no el mejor de la banda. Simone no se arriesga vocalmente y deja mucho que desear en varios tracks. Esperemos que Epica no caiga en la monotonía y se aventure un poco más en sus siguientes discos.
Imperium, banda del Distrito Federal formada en 2008 e integrada por Gonzalo Oaxaca (guitarra), Vernon Eden (guitarra y coros), Benjamín Nieto (batería) y Jorge Salmay (bajo y voz), presenta una idea musical muy al estilo escandinavo la cual no suena nada mal.
Este grupo nace cuando un grupo de cuatro amigos que amaban el metal se juntaron y aunque escuchaban distintos grupos, el metal escandinavo los unió.
Durante la entrevista con los integrantes nos comentaron un dato curioso al comienzo de la banda:
“Cuando Gonzalo llegó con uno de los primeros riffs de Imperium, que fue el intro de 'Battlerise', nos clavamos en componer esa canción y grabarla. Cuando terminamos de grabar todo lo instrumental, a todos nos sonaba esa combinación de usar guturales en los versos y voces limpias en los coros. Desde ese momento nos enamoramos del género y decidimos seguir con ese estilo.”
Su álbum debut Winter’s Dawn, presenta claramente influencias del grupo finlandés Ensiferum y al cuestionarles sobre si esto era cierto nos contestaron:
“Ensiferum ha sido nuestra mayor influencia, desde que todos teníamos 17 años nos la pasábamos escuchando este tipo de música, se nos hacia algo muy innovador, con mucha variedad, pero nuestra verdadera influencia fueron bandas como Iron Maiden, Megadeth, Judas Priest y Metallica debido a su grandeza.”
Al escuchar su álbum encontramos cosas muy interesantes como riffs y partes melódicas de guitarra, una base sólida de batería que levanta cada canción y una combinación entre guturales y voces limpias que no suenan como una sola. Sin duda sus canciones más completas son Winter’s Dawn, Battlerise y March of War en donde muestran que son buenos músicos.
Esta banda ha participado dos veces en WOA Metal Battle México y tuvieron la oportunidad de presentarse junto a Wrecker en 2009 y en 2011 con The Arkitecht, además de ser teloneros de Amon Amarth en 2009 durante su visita al Circo Volador (México, D.F.).
Entre los planes que tienen para este año se encuentra el lanzamiento de un nuevo material antes de agosto con su nuevo baterista y la grabación del videoclip de la canción Winter´s Dawn para el mes de mayo.
Si tienen la oportunidad de escuchar a esta banda no duden en hacerlo, les aseguramos que encontraran muy buenas cosas. Esperemos que no se caigan y sigan mejorando con cada álbum que saquen. Les deseamos toda la suerte del mundo, esperando que en un futuro puedan destacar en la escena mexicana.
Los links donde pueden encontrar el material de la banda son: