Por Gustavo Calette
Ministry
Relapse
AFM Records
Contundente, aplastante, apabullante, rotundo, brutal, bestial, violento, feroz, pesado y rápido, así es Relapse, el nuevo disco de Ministry.
Y no estoy exagerando. Basta escuchar los primeros dos minutos de Ghouuldiggers para darse cuenta que al tío Al Jourgensen le sentaron bien los casi cuatro años de descanso obligados, pues regresó con la maquinaria más afinada que nunca para demostrar que Ministry tiene aún mucho que decir y hacer en esta época del mundo en crisis.
Con tan solo 10 tracks en la edición normal y 11 en la edición limitada (entre los cuales hay un cover a United Forces de SOD y un remix hecho por el mismo Jourgensen), Relapse muestra un viraje en las liricas de la banda, dejando atrás las críticas a George W. Bush y enfocándose ahora en la situación política y económica actual, temática muy afín de su autor.
Desde hace mucho tiempo que Ministry juega en las grandes ligas del metal mundial, sin duda alguna con este disco la banda consolida su posición como maestros en el arte de hacer parecer a un par de guitarras, un bajo y batería (virtual) como una artillería pesada capaz de pasar a máxima velocidad por encima de todo. Si dudan de ello, escuchen el segundo o tercer track (Double Tap y Freefall respectivamente), y confirmarán que en poco más de ocho minutos y medio, Al Jourgensen, Mike Scaccia, Tommy Victor y Tony Campos arrasan con aquello que se les pone enfrente.
El nivel se mantiene en United Forces, revolucionada al 100%; la banda le confiriere a la canción un nuevo toque al más puro estilo Ministry. Hacen un perfecto tributo a los neoyorquinos Stormtoopers Of Death (en este momento es preciso decir que si de brutalizar temas ajenos se trata, Ministry se lleva las palmas, para muestra escuchen Cover Up del 2008).
De gran carga política, la canción más “relajada” y coreable es la que decidieron lanzar en diciembre del 2011 como primer sencillo del disco llamada 99 Percenters. La rola es una especie de puente a lo que podría ser la segunda parte del álbum; canciones un “poco” menos veloces y más rítmicas que los primeros tracks.
Bloodlust, el último tema, tiene un riff que atrapa desde el primer instante, es una invitación con mucha actitud al headbanging. Es el punto final a un disco sencillo, sin grandes pretensiones ni complicaciones técnicas; un redondo que precisamente en su simplicidad tiene uno de sus mayores atributos: metal directo, sin decorados innecesarios, con mucha actitud (aportada en gran medida por las voces de Jourgensen), contestatario y con un claro mensaje: Ministry está de regreso.
Para mí no hace falta escuchar otro disco en lo que resta del año, ya tengo mi favorito; y estoy seguro que sus también.
Para quienes quieran ver el gran regreso de Jourgensen y compañía, pueden acudir al festival de Wacken en Alemania en el próximo mes de agosto, donde actuarán junta a bandas como Scorpions, Machine Head, Napalm Death, D.R.I., entre otros. O si lo prefieren, antes de ese encuentro en tierras teutonas, darán un par de fechas en España.