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Megadeth: Legado inoxidable

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Sábado 17 de Abril de 2010
Palacio de los Deportes
México D.F.
Por Juan Martínez
Fotos: OCESA/Salvador Bonilla


Temperamental, vanidoso, egocentrista… muchos han sido los calificativos que le han colgado a Dave Mustaine, pero lo que nunca ha estado en cuestión es su gran talento e innato virtuosismo, tanto para interpretar la guitarra como para elaborar composiciones imborrables de la memoria colectiva de la comunidad metalera, a tal grado que muchos lo consideran —y con argumentos sólidos— la verdadera mente maestra detrás del nacimiento del thrash metal. De manera incomprensible, en su última visita a México, en 2008, Megadeth fue relegado a un tugurio con un cupo de apenas 3,500 espectadores, mientras que ahora se les hace justicia y se les concede el Palacio de los Deportes, en donde caben hasta 20,000 espectadores, y el cual, hay que decirlo, estaba a reventar, con un lleno total.

Con la agrupación mexicana de metal progresivo Agora como abridores, los integrantes de Megadeth fueron apareciendo sobre el escenario en punto de las 21:00, acompañados de los tétricos acordes de Black Sabbath, mientras recibían una gran ovación por parte de los asistentes. Una situación muy divertida se dio un instante antes, cuando el público cantó eufóricamente la canción de fondo en el sonido local antes de la presentación —Two Minutes to Midnight—, como si ya se tratara del concierto principal. Sin duda, los ánimos estaban candentes.

Con sólo entrar en el recinto, la situación quedaba clara: la portada de Rust in Peace decoraba el fondo del escenario; un alivio para quienes no acaba de convencernos el Endgame (muy posiblemente, la misma sensación que experimentaron con la gira Somewhere Back in Time quienes prefieren el material antiguo de Maiden). Hubo clásicos, sin duda, pero el ingrediente fuerte de la noche consistió precisamente en la interpretación —en su totalidad y en perfecto orden— de los nueve temas del clásico Rust in Peace, recordado como uno de los grandes álbumes de metal de la historia, en la celebración de su vigésimo aniversario. Como en contadísimas ocasiones, el público mexicano sorprendió con su devoción absoluta y perfecto conocimiento acerca de la banda sobre el escenario, ya fuera lanzando al unísono un “¡Me-ga-deth!” que acompañó rítmicamente a los famosos riffs de Hangar 18 y Symphony of Destruction, vitoreando con un “¡Dave, Dave, Dave…!” la presencia instrumental del pródigo y entrañable Ellefson en temas como Poison Was the Cure, Dawn Patrol y Peace Sells, y cantando las canciones, incluso las del material menos popular, como She-Wolf y Trust del álbum Cryptic Writings — de gran manufactura, por cierto—; adicionalmente, la agrupación tocó un par de canciones del Endgame: la pegajosa The Right to Go Insane y el sencillo Headcrusher, que desafortunadamente no son las mejores, siendo preferibles This Day We Fight o Endgame, pero eso no fue impedimento para que el público las coreara animado. El mismo Mustaine reconoció: “Venimos de una gira por los Estados Unidos, y a pesar de que allá hablan inglés, no se acercan a lo que hacen ustedes”.

Inevitablemente, por momentos, al escuchar esas monumentales piezas del Rust in Peace, se extrañó la presencia de Marty Friedman sobre el escenario —quien era el impresionante guitarrista que militaba en el grupo en aquella época y, para muchos, el más fino compañero que ha tenido Mustaine—, pero eso sencillamente ya no es posible, así que tuvimos que conformarnos con Chris Broderick, quien, a pesar de no tener un currículum a la misma altura de sus antecesores (Chris Poland, Marty Friedman, Al Pitrelli y Glen Drover), no hizo tan mal trabajo reproduciendo los solos de guitarra que hicieron famosos los demás.

Para el encore, David Ellefson salió al escenario con una camiseta de la selección mexicana de fútbol, con lo que reafirmó la simpatía que los presentes sienten hacia él —aunque la triste realidad es que México volverá a ser eliminado del Mundial, pero cualquier pretexto es bueno para festejar—. Tras la inconfundible línea de bajo introductoria, un Mustaine “topless” apareció para entonar la gran Peace Sells, tras la cual, concluyó: “¡Espero que se la hayan pasado en grande, porque nosotros sí!” (“I hope you had a great time, ’cause we sure did!”). Y así, después de apenas una hora y media, el sueño terminó.

SETLIST
Intro: Black Sabbath
Skin O’ My Teeth
In My Darkest Hour
She-Wolf
Holy Wars… The Punishment Due
Hangar 18
Take No Prisoners
Five Magics
Poison Was the Cure
Lucretia
Tornado of Souls
Dawn Patrol
Rust in Peace… Polaris
Trust
The Right to Go Insane
Headcrusher
Symphony of Destruction
ENCORE
Peace Sells (con un remate de Holy Wars)
Outro: My Way (versión Sid Vicious)

Porcupine Tree: Genialidad Incidental

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Martes 13 de Abril de 2010
Teatro Metropolitan
México D.F.
Por Juan Martínez
Fotos: OCESA/Salvador Bonilla

El Teatro Metropolitan es un recinto pequeño, pero ha albergado a grandes agrupaciones, como King Crimson, Judas Priest, Fish, Yes y ahora al cuarteto liderado por Steven Wilson: Porcupine Tree, quienes, puntuales como buenos ingleses, arrancaron a las 20:30 Hrs. en punto, cuando después de la tercera llamada comenzaron a sonar los acordes de Occam’s Razor; varios asistentes desapercibidos continuaban platicando en sus lugares, hasta que el riff de The Blind House cimbró la estructura del local y la ovación no se hizo esperar. Al terminar la pieza, cuando la frase “Believe Me” apareció en la pantalla detrás de los músicos, Steven Wilson saludó al público en español y explicó que el concierto se dividiría en dos partes, en la primera de las cuales iban a tocar completo el álbum The Incident, por lo que no habría más interrupciones, y dicho esto el grupo se siguió con Great Expectations, mientras unas gráficas luminosas se proyectaban en la pantalla, proporcionando un ambiente sencillo pero bastante agradable que sirvió de fondo en varias ocasiones en lo sucesivo, con variaciones de colores y de formas, siguiendo el ritmo de la música. Acto seguido, el versátil Steven Wilson se sentó detrás del melotrón que había frente al escenario, para regalar a los presentes su interpretación de Kneel and Disconnect, que sirvió de introducción para dos de los mejores temas del álbum: la melódica Drawing the Line y la tensa pieza titular The Incident, respaldada por angustiantes imágenes de fondo que acentuaban su dramatismo. Por supuesto, las atmósferas generadas por el sintetizador del experimentado veterano Richard Barbieri fueron un aderezo primordial, mismas que se sintieron en todo su esplendor en Your Unpleasant Family. Uno de los puntos más altos de la noche fue sin duda Time Flies, durante la cual, Wilson hizo gala de una poderosa guitarra acústica, al nivel de un David Gilmour contemporáneo, y evocando en otros aspectos a Floyd, con su temática del tiempo y las imágenes campiranas de fondo. De esta manera, transcurrida una hora, el quinteto abandonó el escenario y apareció un reloj con una cuenta regresiva que comenzó en 10 minutos, al término de los cuales pudimos escuchar The Start of Something Beautiful, primera de nueve temas extraídos de sus álbumes anteriores, de los cuales el que más presencia tuvo fue In Absentia, del que interpretaron Strip the Soul, Blackest Eyes, The Sound of Muzak y Trains; por otro lado, los fans tuvieron una buena dosis de piezas raras, pues el grupo se sacó de la manga temas poco conocidos, como Buying New Soul, incluida en el disco extra de Lightbulb Sun; Stars Die, de la edición estadounidense de The Sky Moves Sideways y Remember Me Lover, del disco extra de The Incident. Al terminar el concierto, el baterista Gavin Harrison se levantó de su kit de tambores y realizó un acto de prestidigitación, desapareciendo un pañuelo amarillo entre sus manos (no faltó el espectador que gritó: “¡Magazo!”).

En general, un concierto extraordinario, que derrochó talento y virtuosismo, no obstante lo disparejo de la facha de sus integrantes, quienes vistos individualmente no parecen tocar en la misma agrupación: el look nerd de Wilson, la pinta de activista marxista de Colin Edwin, la apariencia de jazzero refinado de Harrison, el porte de señor formal del doctor Barbieri y la desenfadada imagen de rockero indie de John Wesley (ingeniero de estudio de guitarras, que acompaña al grupo en su gira); sin embargo, en la cuestión musical están más que integrados y sincronizados, manteniendo una comunicación casi extrasensorial y ofreciendo una colección de piezas en las que cada instrumento es un protagonista importante. Los que tengan la suerte de asistir también el miércoles, disfrútenlo; los que no, esperen que no tarden mucho en regresar.

SETLIST (1er. Set – The Incident)
Occam’s Razor
The Blind House
Great Expectations
Kneel and Disconnect
Drawing the Line
The Incident
Your Unpleasant Family
The Yellow Windows of the Evening Train
Time Flies
Degree Zero of Liberty
Octane Twisted
The Séance
Circle of Manias
I Drive the Hearse
2o. Set
The Start of Something Beautiful
Buying New Soul
Anesthetize Part 2: The Pills I’m Taking
Stars Die
Strip the Soul
Remember Me Lover
Blackest Eyes
ENCORE
The Sound of Muzak
Trains

The Black Dahlia Murder: Mutilaciones y disecciones musicales

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Sábado 3 de Abril de 2010
Lunario
México D.F.
Por Juan Martínez
Fotos: Guacamole Project

A las 21:15 Hrs., después de un par de actos abridores de extracción nacional y cuando el público ya estaba ansioso por ver al grupo principal, proveniente del criminal estado de Michigan en Estados Unidos, se apagaron las luces y en el sonido local comenzaron a sonar los acordes de You’re the One that I Love, la famosa canción de la película Grease, mientras los integrantes de The Black Dahlia Murder salían al escenario; justo antes de que Travolta y Olivia entonaran el conocido estribillo, los salvajes acordes de Unhallowed retumbaron entre las paredes del recinto y los oídos de los asistentes, dando inicio a una intensa sesión de death metal.

Sin duda, uno de los mayores atractivos de la música del quinteto es la privilegiada voz de Trevor Strnad, quien oscila con aparente facilidad entre los rugidos guturales típicos del subgénero y alaridos agudos, demostrando que lo que se oye en los álbumes no es producto de efectos de estudio, sino su propia versatilidad —en este aspecto, destacó ampliamente Christ Deformed—. Sin embargo, más allá de sus aptitudes, su actitud es lo que lo distingue; a diferencia de los mal encarados grupos abridores, Strnad salió al escenario con una gran sonrisa de oreja a oreja, demostrando lo feliz que lo hace actuar ante su público, dejando claro que no por tocar death metal deben necesariamente interpretar el papel de chicos rudos y dando una lección sobre la manera en la que un buen frontman debe comportarse; y así, de manera amable, pidió una ovación para las bandas teloneras. Después de A Vulgar Picture, Strnad se despojó de su camiseta, dejando al descubierto su abultado abdomen sobre el que podía leerse un tatuaje con la palabra “heartburn”. También es digno de mención el desempeño del guitarrista líder Ryan Knight –ex-Arsis–, quien con su destreza ha impreso una nueva dimensión al sonido del conjunto, hecho particularmente palpable en la interpretación de Denounced, Disgraced, pieza con un sonido de guitarra muy en la escuela del death metal melódico sueco.

Un momento memorable se dio antes de la interpretación de Closed Casket Requiem, cuando el guitarrista rítmico, el rubio chaparrito Brian Eschbach —junto con Strnad, únicos integrantes originales—, se dirigió al público en español: “¡Buenas noches amigos! ¿cómo estás?” (un error clásico de los angloparlantes que quieren hablar nuestro idioma) y después de recibir una gran ovación preguntó si alguien estaba fumando “mota”. Por supuesto, no faltó el espectador impertinente que se trepó al escenario durante What a Horrible Night to Have a Curse para darse a notar por la fuerza antes de ser derribado por los elementos de seguridad.

Y así, después de la última nota de Deathmask Divine, la banda abandonó el escenario bajo los acordes en el sonido local de la clásica You’ve Lost That Loving Feeling para poner un negro final a una actuación bastante peculiar. En la balanza, el sabor que dejó la selección de los melosos temas que presentaron y despidieron la presentación del grupo, fue que, en medio del ilusorio amor de la simplona cotidianidad de la vida, existen actos de agresividad brutal que nos sacan súbitamente de nuestra aburrida rutina… como el mismo asesinato de Black Dahlia.

SETLIST
Intro: You’re the One that I Love
Unhallowed
Funeral Thirst
Necropolis
Vulgar Picture
Everything Went Black
Black Valor
Christ Deformed
Elder Misanthropy
Closed Casket Requiem
I’m Charming
What a Horrible Night to Have a Curse
Statutory Ape
Denounced, Disgraced
Miasma
I Will Return
ENCORE
Deathmask Divine
Outro: You’ve Lost That Loving Feeling

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Dream Theater: Entre imágenes, palabras y nubes negras

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Domingo 7 de Marzo de 2010
Auditorio Nacional
México D.F.
Por Juan Martínez
Fotos: OCESA/Fernando Aceves

El concierto comenzó a las 19:00 Hrs. puntual, con la participación del grupo abridor Bigelf, un cuarteto progresivo del área de Los Ángeles, quienes apenas interpretaron cuatro canciones en un espacio de 18 minutos, durante los cuales tocaron temas como Blackball y Madhatter y cuyo momento más emocionante fue la aparición del monstruo Mike Portnoy detrás del kit de tambores —con todo y el sombrero de copa robado a Damon Fox—, para animar al público a que les diera una recepción más cálida. Bigelf no decepcionó pero tampoco lució en grande; su discreta presentación cumplió su cometido de calentar el ambiente para la aparición del acto principal.

Finalmente, a las 19:49 se apagaron las luces del Auditorio Nacional y las sombras de cuatro instrumentistas se vieron proyectadas sobre el telón frente a ellos, mientras se escuchaban los acordes de A Nightmare to Remember —la abridora de Black Clouds & Silver Linings— en medio de la ovación ensordecedora de un recinto repleto a su máxima capacidad, como ha sucedido en cada ocasión que los neoyorquinos se presentan en México. La trepidante composición de 16 minutos estremeció intensamente las almas de los asistentes, incluyendo el clímax con las vocales extremas de Portnoy. De la rudeza de la pieza inicial se cedió a las melódicas A Rite of Passage y Hollow Years, coreadas ampliamente por el público. El lugar fue sacudido con la extraordinaria Prophets of War, incluida en el complejo Systematic Chaos de 2007, y cuando parecía que el momento se caía durante la sedante Wither, regresaron con todo el poder de The Dance of Eternity, seguida de One Last Time —par de temas incluidos en uno de sus álbumes más queridos y respetados, Metropolis Pt. 2: Scenes from a Memory, cuya gira representó la primera ocasión que visitaron la Ciudad de México en 2000—; el torrente emocional continuó enardeciendo a la audiencia con In the Name of God, cuya inercia imparable desembocó en una combinación extraída de Images and Words, con la infaltable Pull Me Under ligada a Metropolis – Part I. Finalmente, el concierto terminó como empezó: los 20 minutos de The Count of Tuscany —el tema cerrador de Black Clouds & Silver Linings— se encargaron de culminar un capítulo más en la relación del quinteto con tierra azteca.

Como experiencia, resulta de verdad apasionante la devoción mostrada al grupo, después de sus casi veinticinco años en la escena y diez álbumes de estudio, y ese ánimo resulta contagioso para cualquier asistente que tenga sangre caliente corriendo por sus venas; una admiración que, sin duda tienen bien merecida como músicos virtuosos, serios y comprometidos, que no están jugando a editar sencillos para radio, ni a hacer duetos con los artistas populares del momento; John Petrucci es reverenciado como un dios, John Myung es respetado como uno de los mejores en su instrumento y Mike Portnoy es querido como un hermano —además de reverenciado y respetado—. Incluso el tecladista Jordan Rudess, quien no pertenece a la formación original, fue ovacionado durante sus solos, a pesar de la fea animación generada por computadora que apareció en las pantallas del local, en la que se veía una caricatura del músico vestido como el “mago de los teclados”.

Desde luego, uno siempre queda con ganas de más: después de haber presenciado en esta misma localidad un par de conciertos que excedieron las tres horas de duración, los 115 minutos de éste parecen insignificantes (de los cuales los cuatro temas de Black Clouds & Silver Linings se llevaron 50), con apenas once temas interpretados. Aún así, da gusto ver una sala para conciertos sacudida durante un par de horas por la magia del rock.

SETLIST
A Nightmare to Remember
A Rite of Passage
Hollow Years
Prophets of War
Wither
The Dance of Eternity/One Last Time
In the Name of God
Pull Me Under/Metropolis Part I
ENCORE
The Count of Tuscany

 

Fotos y setlist de Korpiklaani en México

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Éste pasado viernes iniciamos la cobertura de un fin de semana acongojado por el heavy metal, los primeros en hacerlo evidente fueron los finlandeses fiesteros, Korpiklaani.

Ve a continuación el setlist e imágenes de su show en el Circo Volador, ante un público que coreó y bailó sus emotivas composiciones en honor a su última entrega, Karkelo.

Las fotos corren a cargo del siempre incansable, Germán García.

SETLIST
Vodka
Journey Man
Korpiklaani
Cottages & Saunas
Erämaan Ärjyt
Kipumylly
Huppiaan Aarre
Pellonpekko
Viima
Juodaan Viinaa
Metsämies
Palovana
Paljon on Koskessa Kiviä
Tuli Kokko
Pine Woods
Crows Bring the Spring
Wooden Pints
Happy Little Boozer
ENCORE
Let’s Drink
Midsummer Night
Beer Beer

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Sirenia: La Interpretación del Encanto

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Domingo 28 de Febrero de 2010
Circo Volador
México D.F.
Por Sergio Alvite
Fotos: Miguel Angel Palafox

Fue el debut de Ailyn, la nueva cantante de Sirenia, en tierras mexicanas. La de origen ibérico en 2008 ingresó al grupo originado por el ex-guitarrista de Tristania, Mortem Veland, para editar unos meses después The 13th Floor, material que abarcó gran parte del show que ofrecieron en el Circo Volador.

Con un público entusiasta que nunca disminuyó su euforia, Sirenia cumplió su espectáculo: buena música, ejecuciones a la altura y un sonido que no vio flaqueza alguna. Es de mencionar la gran presencia de Veland que a momentos fue imprescindible a la voz; del otro lado estaba Ailyn, quien aprovechó en muy pocas ocasiones el vínculo del lenguaje español con los asistentes, dando una discreta bienvenida y en el mismo perfil, la despedida. A esto hay que admirarle la mención que hizo en base a los afectados en Chile por el reciente temblor; precisamente su baterista Jonathan A. Perez, es de aquella nación.

A lo largo de una hora y media, Sirenia influyó su magnificencia dramática adornada por arreglos sinfónicos y melodiosos. Su último larga duración que llegó en enero de 2009 fue el protagonista de la velada con temas como la abridora, The Path To Decay o The Lucid Door y Led Astray. También recordaron su debut de 2002 At Sixes And Sevens, con Meridian.

De la época con Monika Pedersen al frente entonaron Sundown, o la que avisó del climax de la noche, Downfall.

Un concierto sin muchas avistamientos de leyenda por la aún joven trayectoria del conjunto escandinavo, pero con calidad que brinda la excelencia de sus composiciones.

SETLIST
The Path To Decay
Sundown
Euphoria
The Seventh Summer
Star-Crossed
One By One
Lost In Life
Absent Without Leave
Meridian
The Lucid Door
Led Astray
Sister Nightfall
The Other Side
ENCORE
Lithium and A Lover
Downfall
ENCORE 2
My Mind’s Eye

Imágenes y setlist de Iced Earth en México

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Estas son las imágenes y setlist de lo acontecido en el concierto de Iced Earth en México, durante su apenas primera presentación en el D.F., habiendo hecho previamente un show en Monterrey. Las fotos son cortesía de Phantom Lord de Ragna Rock Radio.

Ve aquí el reporte en video de lo acontecido en la firma de autógrafos con la banda.

In Sacred Flames
Behold The Wicked Child
Burning Times
Declaration day
Violate
Pure Evil
Melancholy (Holy Martyr)
Dracula
Ten Thousand Strong
Stormrider
The Hunter
Prophecy
Birth Of The Wicked
The Coming Curse
ENCORE
Dark Saga
A Question Of Heaven
My Own Savior
ENCORE 2
Iced Earth

Cannibal Corpse: La Noche de los Muertos Vivientes

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Sábado 13 de Febrero de 2010
Circo Volador
México D.F.
Por Sergio Alvite
Fotos: Germán García

Velada de muertos vivientes, sangre, almas en pena y una danza digna del death metal, fue provocada por Cannibal Corpse este pasado sábado 13 de febrero en el Circo Volador de la capital mexicana, en promoción de su último y décimo primer álbum de su carrera, Evisceration Plague.

Liderados por la giratoria e incansable cabeza del ex-Monstrosity, George “Corpsegrinder” Fisher, a la par del bajista original Alex Webster, los nativos de Nueva York volvieron a cimbrar la cólera e irritación entre casi dos mil personas que acudieron a esta cita inaugurada por los mexicanos Soulburner, quienes volvieron a figurar luego de una temporada de incertidumbre entre los fanáticos.

Pocas veces puede vivirse un concierto con tal intensidad como la fecundada esa noche, aunque esas pocas veces siempre han sido revolucionadas por Cannibal Corpse en las casi innumerables ocasiones que han venido a éste país, no es gratis su sello de casta brutalidad e indomable legado acaparado desde finales de los 80, su fundamento más grande reside en el entarimado.

Abriendo con Scalding Hail, seguida de Unleashing the Bloodthirsty, ésta última de Bloodthirst de 1999, Cannibal Corpse dio una doctrina de como los grandes lo hacen; de principio a fin los norteamericanos infundieron regocijo entre los asistentes, los cuerpos volaban por los aires en tono de celebración y por tanto entusiasmo se tuvo que detener, por minutos solamente, el show, ya que la barricada que separa al escenario de la gente estaba llegando a su fin; ello no fue obstáculo para que los guitarristas Rob Barrett y Pat O’Brien deslizaran su alto conocimiento a las seis cuerdas, mismo que se percibió con excelente sonido y ecualización en himnos como I Cum Blood o Devoured by Vermin, ambos temas de dos grandes discos en el death, Tomb of the Mutilated (1992) y Vile (1996).

Sorprendente también fue la ejecución de este quinteto, cada uno de sus componentes se destacó como figuras en su instrumento llegando a rayar en la distinción técnica, la cual es un mérito más de Evisceration Plague, como la del baterista de ascendencia polaca, Paul Mazurkiewicz.

Llegada la hora y media, aproximadamente, la banda dijo adiós, y entonces el éxtasis culminó. Esos minutos que nos entregaron quedaron sepultados, aunque resucitados por las memorias dejando en claro que hasta ahora Cannibal Corpse es el primer sinónimo de death metal.

SETLIST
Scalding Hail
Unleashing The Bloodthirsty
Murder Worship
Sentenced To Burn
I Cum Blood
Fucked With A Knife
Evidence In The Furnace
The Wretched Spawn
I Will Kill You
Perverse Suffering
Shatter Their Bones
Make Them Suffer
Pit Of Zombies
Vomit The Soul
Priests Of Sodom
Five Nails Through The Neck
Devoured By Vermin
A Skull Full Of Maggots
Hammer Smashed Face
Stripped, Raped And Strangled

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Venom: Directo al Infierno

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Sábado 5 de Diciembre de 2009
Circo Volador
México D.F.
Por Sergio Alvite
Fotos: Germán García

Directo al infierno fuimos los dos mil espectadores que se reunieron para ver la leyenda en acción, Venom. El Circo Volador se adornó de misticismo para recibir a ésta leyenda inglesa que fue el punto de partida para el black metal como lo conocemos hoy. Fue además la primera vez de Cronos en nuestro país y ahora en el resto de América Latina a donde su tour continua en promoción de su último LP, Hell de 2008. El trío británico interrumpió la grabación de su próximo inédito para inaugurarse en este lado del mundo, y el resultado fue más satisfactorio para quienes presenciaron el acontecimiento.

El sonido y escenario fueron jubilosos, el juego de luces… frenéticos, y mejor aún, el grupo. A pesar del mal estado en que se encontraba la espalda de Cronos (al parecer lesionada una noche anterior) no fue obstáculo para que éste incansable del metal se parara y entonara clásicos de la valía como el que abrió el set, Black Metal, seguido por Welcome To Hell, todo un repaso a su historia con canciones que perduraron y así se mantendrán.

Con un bajo que poseía literalmente, una mirada penetradora, Cronos se paró al lado de músicos que demostraron el porque de su inclusión en la alineación, empezando por el guitarrista La Rage, quien desde 2007 y de una manera discreta despliega severo potencial auditivo en el entarimado; y que decir de Danny “Dante” Needham, baterista que entró apenas en 2009 a Venom pero su ejecución fue una estampida percusiva, con un estilo carburante, de empuje y recordando a instantes a Randy Castillo (Ozzy Osbourne, Mötley Crüe) o a Cozy Powell (Black Sabbath, Whitesnake).

La cita concluyó con In League With Satan y Witching Hour. Fue obvio que todos pedían más, pero la satisfacción que quedó en cada una de las almas que ahí se reunieron no puede ser equiparada a ya nada.

SETLIST
Black Metal
Welcome To Hell
Bloodlust
Antechrist
Straight To Hell
Countess Bathory
Seven Gates Of Hell
Hell
Medley Of Mayhem
At War With Satan
Buried Alive
The Evil One
Resurrection
Burn In Hell
Warhead
Metal Black
ENCORE
In League With Satan
Witching Hour

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