Por Rodrigo Pinto
Un año mas que se lleva a cabo el festival Sonisphere por varias capitales europeas. La idea en un principio era llevar a las mismas bandas, o la mayoría de ellas, a donde el festival se presentase. Con algunas variaciones, por problemas de logística tal vez, o simplemente por incluir a grupos nacionales en cada edición. Lo único que se consiguió desde el principio es que coincidan dos o tres agrupaciones en la mayoría de las ciudades. La duración va desde un día en Francia a cuatro en Inglaterra… Así que mismo nombre pero diferente mierda. Esto es ajeno a la presentación de los artistas, si nos gustan o no, o si pasamos un gran día con los amigos. Pero influye mucho en el desarrollo del evento y mas importante en su nivel.
Por ejemplo en España, el evento ayudó a desaparecer dos grandes festivales… uno el Festimad, y por otra parte el Electicweekend que sólo se realizó un año pero con excelentes bandas. Al año siguiente, el Sonisphere acaparó las fechas que tenia el Electricweekend y se trasladó de Barcelona a Madrid. No me invento una cuestión paranoica o conspiratoria, sólo noto el nivel que va año con año decayendo en lo visual, las opciones de comida (imagina que eres vegetariano o celiaco) y lo mas importante, el sonido. Normalmente las banda más importante no tienen este problema, pero las demás a quien le importa si al final ya están las entradas vendidas.
Este año no fue la excepción, si no era una cosa era la otra. Pero a final de cuentas siempre disfruto, nunca pienso todas estas cosas mientras estoy en el. Prefiero hacer planes, analizar los horarios un millón de veces y lo más importante, el timing para mear, comprar cerveza entre concierto y concierto y encontrar buen sitio para ver el show.
Como todos los años, las dos o tres primeras bandas es casi imposible no perdértelas. Hacer el cambio de entrada por pulsera lleva su tiempo. Tendrías que llegar varias horas antes y de cualquier forma el concierto seria una pena con tan poca gente. Así que esta claro que las primeras bandas son relleno y carne de cañón, eso no quiere decir que sean malas, ni mucho menos quien puede decir eso de Corrosion Of Conformity y su primer tema: Bottom Feeder; aquí todo lo que he dicho anteriormente ¡vale verga! La organización me importa un carajo, si encuentro comida para vegetarianos no me pasa por la cabeza; tengo una cerveza y es lo que importa. Y el sol de Madrid está en su punto. Son treinta grados y es el festival al que he asistido en donde mejores mujeres hay, los pequeños shorts de mezclilla abundan (realmente pequeños). Todo esto no tiene nada que ver con los organizadores.
Sonata Arctica no me dicen nada al igual que Kobra and the Lotus. Sin embargo me topo con una banda que en la vida había escuchado y me engancha a la hora de estar merodeando por el recinto: Skindred. Se les nota con actitud, los riffs son buenos y el vocalista tiene mucha presencia. No me sé ninguna canción, pero coreo algunas de sus melodías y me hacen mover la cabeza durante todo el concierto. Me recuerdan a Bad Brains y a Living Colour en su disco Vivid.
Lo único bueno de que Limp Bizkit esté en el cartel de un festival al que vayas a ir, es que todas las chicas se sienten muy identificadas con la banda y no paran de bailar, algunas de ellas se desprenden de algunas partes de su vestimenta para estar mas cómodas a la hora de rockear. Escuché las tres primeras canciones y me fui rápidamente… Aquí es donde entran los plane,s el timing y la logística para estar bien a la horas de buscar sitio y comprar cerveza para los conciertos que realmente esperas.
Era el turno de Kyuss Lives! y por ningún motivo me perdería la oportunidad de estar en las cinco primeras filas. El paso del tiempo cambia y el simple merodear, queda atrás. Las ansias y la participación aumentan. Como un año antes en el festival Azkena, pude verles e introducir una botella de tequila para beber con mis colegas. Este año intenté hacer lo mismo y celebrarlo de la misma manera. Así que a la espera de ver el mejor stoner, bebimos casi toda la botella- Recuerdo que empezaron con Hurricane, One Inch Man y Gardenia. Recuerdo haber escuchado El Rodeo, Thumb y Green Machine en algún momento, así como muchas más que esperaba pero no el orden. Spaceship Landing puede que fuera la ultima. La verdad es que no se echa en falta a Josh Homme, el nuevo guitarrista (Bruno Fevery), quien está desde la etapa Garcia Plays Kyuss, aparte que es un sello involuntario del stoner de esa época, brincar de banda, o fundar una propia y colaborar en casi todas. Justo antes de que Kyuss Lives! saliera de gira, Nick Oliveri dejó la banda por la mezcla de problemas, uno con la ley (problemas domésticos, posesión de drogas y armas) y la demanda que hizo Josh Homme y Scott Reeder por utilizar el nombre de Kyuss en contra de John Garcia y Brant Bjork. Gran concierto y si sacan nuevo disco, de puta madre. No es Kyuss, está claro, por eso se hacen llamar Kyuss Lives!
Algunas veces suele pasar que se empalmen dos conciertos, así que tienes que correr al otro escenario para ver un show que ya comenzó. Fue el caso de Offspring. No es que sea super fan de ellos, pero me acompañaron varias veces en la escuela en mi walkman, y existe cierta nostalgia. No es la primera vez que les veo, y a la mitad de los conciertos te ves a ti mismo cantando todas sus canciones sin darte cuenta. Es eso y nada más pero bueno, hacer que no sepamos todas sus canciones tiene su mérito.
Lo siguiente era Paradise Lost, que no les había visto desde que fueron teloneros de Ozzy Osbourne en el Palacio de los Deportes (México, D.F.) y nunca les seguí la pista, pero siempre escuchar su nombre me recuerdan esa gran noche. El concierto empezó con Widow y los abandoné en As I Die para dirigirme a ver a Soundgarden. Muchos años esperando, casi quince.
Searching With My Good Eye Closed fue una gran bienvenida de casi siete minutos con distorsiones y guitarras marchando al sonido de la anarquía seguida de Spoonman. Sin embargo las luces y una pequeña pausa dejaron ver la camisa roja que Chris Cornell llevaba puesta, desentonaba con el resto de la banda y por lo menos me distanciaba a mÍ de ellos. De aquí en adelante sonaron canciones muy buenas pero sin actitud. Hasta llegar a My Wave, Outshined y Rusty Cage. Después sin razÓn de ser, tocaron Black Hole Sun… ¿por qué no Ty Cobb? Aquí fue el momento perfecto para escapar, ir por cerveza y buscar un buen sitio para disfrutar de Orange Goblin. Casi a la misma hora tocaba Machine Head, a quienes ya había visto un par de veces, y me gustan. Prefiero a Orange Goblin, pero si es una putada que este tipo de cosas sucedan.
Bueno una vez conseguido todo lo que hay que hacer entre concierto y concierto, fue muy fácil llegar a primera fila. Como he dicho antes en el otro escenario estaba Machine Head con una diferencia de veinte minutos. Para estos momentos ya estaba bastante borracho y fumado. El tequila a la hora de Kyuss Lives! fue devastador. La falta de tequila en el cuerpo es peligroso. El cuerpo pide mas y la cerveza sola no basta. Puedes estar muy feliz por ciertos momentos, pero cualquier detallito puede desencadenar malos entendidos y que los cables se nos crucen. A decir verdad no sé por que no me partieron la cara. Recuerdo pequeños destellos en mi cabeza de haber discutido con varias personas. Pero bueno, unas veces eres tú al que le toca hacer el idiota.
No recuerdo para nada el orden de las canciones, pero si que tocaron muchas y muy buenas. Estoy seguro que tocaron: Blue Snow, The Ballad Of Salomon Eagle y Quincy The Pigboy; Some You Win, Some You Loose.,The Filthy And The Few y Acid Trial. Estoy seguro que canté Scorpionica en algún momento… y que todos los de la primera fila nos metíamos con el de seguridad por haber frustrado el intento de uno del público por subir al escenario, jodió nuestra diversión y la de aquel pobre diablo.
Para mí ya estaba bien. Tenía mi grupo preferido del día, obviamente Orange Goblin. Y al día siguiente había mas… aunque a decir verdad sólo me interesaban Clutch y Slayer.