Viernes 7 de Octubre 2011
Circo Volador
México D.F.
Por Sergio Alvite
Fotos: Germán García
Toni Francois
Pocas son las ocasiones en que Immortal se ha presentado en México. La del pasado viernes 7 de octubre fue una de ellas; una década pasó para que los noruegos volvieran a pasar por aquí. A ello hay que sumarle que en ese lapso sus integrantes sólo editaron tres LPs, además de que se tomaron un descaso de cuatro años regresando de lleno con el álbum All Shall Fall en 2009, mismo que los condujo a una gira mundial cuyo destino los vino a parar en nuestro país.
Fue así como cerca de 2500 personas se hicieron presentes en el Circo Volador, hoy casi referencia catedrática para conciertos de esta estirpe en el D.F.; impresionante la asistencia mostrando así la expectativa que había por ver a Abbarth, Horgh y Apollyon. De hecho no es fácil recordar un show de black metal en ese recinto con tanta audiencia.
Para dar pie a la conflagración y desde Ciudad Juárez, Chihuahua abrió Evilbasher, quienes con un dudativo comienzo se fueron sintiendo mejor para echarse al público al bolsillo recibiendo aplausos, elogios y finalmente, nuevos fans. Nada mal para alternar con una leyenda del black noruego.
Fue así como la esperanza de ver un gran concierto se desvaneció poco a poco y no por la ejecución de la banda en si, sino por la parafernalia y sonido (que se debe atribuir a su ingeniero). Lo que se ansíaba fuera inolvidable, de alguna forma lo fue y es que al salir Immortal al entarimado, una gruesa cortina de humo evitó, durante casi todo el concierto, gozar del trío escandinavo. Reconociendo que ello forma parte del set de Immortal, sencillamente se les fue de control. Con una iluminación que abundó entre el rojo, verde y azul, Abbath poco pudo lucir, tan sólo fueron sombras las que apenas y podían vislumbrarse en la espesa emanación. A ello se auna el audio; quizá para quienes estuvieron horas y horas formados o haciendo mérito para estar hasta el frente pudieron tener su premio; pero quienes no lo hicieron y les tocó más atrás, incluso en las butacas que forman parte del Circo de la mitad hacia arriba, no pueden contar lo mismo. Las guitarras se escuchaban deformadas, la batería no fue tan lúcida y Horgh, si hubiese estado del otro lado del escenario, así lo constataría. Apenas y el bajo de Apollyon y la voz de Abbath podían notarse; mejor aún entre canción y canción cuando Abbath Doom Occulta agradeció a los reunidos.
Lo anterior, tristemente y con pesar, restó importancia a clásicos como Sons Of Northern Darkness, Tyrants o Damned In Black, alternando con nuevos cortes de All Shall Fall como la que da nombre a esa producción y Hordes To War, entre otras. Sí, su introducción fue espectacular pero tal vez fue lo más memorable… Vaya, ni cuando Abbath se puso el sombrero de charro pudo acallar la sensación que dejó esta cita.
La banda se fue emocionada de México ante tal multitud y respuesta, y es que tal vez la emoción, adrenalina y pasión, pasaron por encima de la calidad sonora y visual. Sabemos que no transcurrirán otros diez años para que regresen, pero si son dos o tres, ojalá se viva y saboree a Immortal como debe ser.