Por Rodrigo Pinto
Ozzy Osbourne
God Bless Ozzy Osbourne
Eagle Rock Entertainment
Cuando supe de la existencia de este documental, mi excitación fue la misma que conseguir boletos para un concierto de Ozzy. Luego de tenerlo en mis manos, fue esperar el momento perfecto para verlo; dejar que se añeje un poco en un rincón de casa.
El documental empieza justo antes de un concierto en Buenos Aires: Ozzy calentando en backstage haciendo ejercicios vocales, para luego comenzar la historia desde sus inicios: Black Sabbath.
La narración es muy rápida y se centra básicamente en la lucha del cantante por dejar el alcohol, llena de anécdotas que ya conocemos como la del Alamo o la clasica decapitación de un murciélago por una mordida durante un concierto. Pocas imágenes que no se conozcan como las de Randy Rhoads y entrevistas recientes con Geezer Butler, Bill Ward y Tony Iommi.
Intervenciones de Henry Rollins y Tommy Lee, igualmente rápidas, que no aportan nada nuevo. Cualquiera de estas historias las podemos encontrar con detalle en vómitos, close up a las tetas y con restos de cocaina en los libros I Am Ozzy y The Dirt (biografia de Mötley Crüe). Los que sÍ aparecen mucho son sus familiares (hijos, hermanos y Sharon, su esposa y manager) y esto hace que parezca un capitulo mas de The Osbournes.
Tiene varias imágenes y situaciones que nos enseñan como es Ozzy de verdad hoy en día y que nos ayudan a comprender su pasado. Pero que no funciona como un verdadero Rockumental. Como introducción a un gran documental del “Principe de las Tinieblas” en un futuro, está bien.