Tras su salida de Emperor, Ihsahn ha conjuntado una ilustre tercia de "Ases": Adversary, AngL y After, siendo este último el que nos ocupa en 2010; en esencia, se trata de una obra con el sello del gran músico noruego, con base firme en el tradicional black metal que lo ha acompañado en su carrera, más los clásicos elementos que aderezan sus piezas, como arreglos sinfónicos, instrumentos acústicos, voces limpias y estructuras complejas; sin embargo, After tiene su propia identidad, lograda gracias a la inquietud del músico por explorar nuevos territorios.
Como ya es costumbre, Ihsahn es el hombre orquesta que hace todo en su álbum, no obstante, sigue apoyándose en la batería de Asgeir Mickelson (ex-Borknagar) y el bajo de Lars Koppang Norberg (ex-Spiral Architect). Sin embargo, el elemento sorpresa que se suma a esta tercera obra es el saxofón, un instrumento poco usado en el metal (como más recientes referencias tenemos a Nachtmystium y Yakuza), pero que en After cobra una relevancia asombrosa y, por demás, agradable, llevado en algunos temas al nivel de protagonista, incluso por encima de las guitarras. El responsable de tocar este peculiar instrumento es Jørgen Munkeby, de la banda experimental noruega Shining (no la banda sueca de black metal), quien logra llevar al escucha del desenfrenado delirio de A Grave Inversed hasta la sofisticada melodía de On the Shores, pasando por los acordes ambientales de Heaven's Black Sea, con gran soltura. En general, el sax proporciona una luminosidad similar a la de la extraña portada blanca del álbum, aunque aún permanezca envuelta por una distintiva funda negra.
Otro aspecto a resaltar son los títulos de las canciones de After, que nos describen la geografía del mundo personal de Ihsahn: las tierras yermas, los lagos congelados de Marte o el mar negro del Cielo, simbolizan de manera lírica los terrenos que este músico se ha empeñado en explorar, sin perder por ello el contacto con suelo firme; para terminar, independientemente de la sólida consistencia de After como obra integral, debe destacarse la inclusión de Undercurrent, no sólo la mejor pieza del álbum, sino por mucho, una de las mejores canciones del año en la industria discográfica. Sus diez minutos constituyen en sí mismos una obra por todo derecho, con tintes progresivos, la incursión de un saxofón magistral y riffs de guitarra memorables. Felicidades y gracias a Ihsahn. Que Satán lo tenga en su gloria.
Fair Warning deja ver el trailer respectivo a su nuevo DVD y CD en vivo, Talking Ain't Enough, el cual se edita en noviembre próximo y que fue grabado en la ciudad nipona de Tokio.
Los estadounidenses promocionan su más reciente álbum, Aura de 2009.
Megadeth deja escuchar aquí, fragmentos de todos los tracks que componen Rust In Peace Live (ver portada y tracklist), a salir el 7 de septiembre. El lanzamiento celebra los 20 años del CD Rust In Peace. En el Hollywood Paladium de Los Angeles California, Megadeth filmó su concierto del pasado 31 de marzo.
Además de todo el LP en directo, tambien se incluirán temas clásicos como Symphony Of Destruction o Peace Sells, entre otras. El DVD comprende un total de 80 minutos con sonido Dolby Surround (5.1), en widescreen, dirigido por Kerry Asmussen (Jay-Z, Green Day). El redondo también incluirá detrás de cámaras y tomas del grupo ensayando y en los camerinos.
"Estamos emocionados de compartir el concierto de 'RIP Live' con ustedes alrededor del mundo," dice Dave Mustaine. "El aniversario y el regreso de David Ellefson fue mejor que una cirugía estética y viagra para el viejo Vic (mascota de la banda)."
Debo admitir que Watain es mi banda favorita de black metal, por lo que reseñar sobre ellos y sobre su último material, Lawless Darkness, es como hacerle un carta de recomendación a un amigo, debes ser objetivo siempre, pero con un dejo de cariño especial. Con esto como introducción paso a dar mi objetivo veredicto.
Después de un triunfal álbum como Sworn To The Dark de 2007, un disco que fue altamente recibido, regresa Watain reclamando no sólo su retorno, si no el renacimiento del black en sí, una osadía publicitaria que antecedió al lanzamiento de Lawless Darkness. La osadía de cual se valen para antelar un gran lanzamiento es lo que me resulta realmente interesante, Watain más que una banda es un movimiento, es un ejército, y es todo un gran concepto; por lo cuál al hablar de su cuarto material, tendríamos que verlo más como una experiencia y una declaración que como un álbum per se.
Dentro de todo lo controversial que el black metalpuede llegar a ser, lo cuestionable y lleno de clichés; hay un gran sentido holístico de la artisticidad, de la verdadera expresión estética en todas sus extensiones posibles, todo un pilar filosófico que da cimiento a dicha expresión, y la música se convierte meramente en un canal más para vaciar todas las creencias, rituales y experiencias de una banda. Y creo certeramente que Watain son los más grandes ejecutores de tal hecho.
Como vimos en la entrevista hecha enSearch & Destroy, Lawless Darkness constituye un concepto de la oscuridad como una metáfora que se antepone a las restricciones de la luz, que permite la ausencia de definición y de leyes que la claridad tiene por naturaleza; pero también habla de la oscuridad espiritual como la morada de los dioses a los cuales adoran, y en donde ellos encuentran el mejor medio de expresión.
Por lo tanto, Lawless Darkness, se plantea como un disco fuera de lo convencional y donde el black encuentra un verdadero renacimiento. ¿Lo es realmente? Creo que no, y lo digo basado en que es un gran álbum, pero es más experimental, melódico y basado en el metal clásico, que cualquier disco de black metal. Las estructuras de las canciones son muy clásicas, pero con la potencia y putrefacción necesaria para etiquetarla como black.
El primer gran momento del disco, en mi opinión, llega con Reaping Death, un acelerado inicio que da entrada a gritos de guerra y revolución, en donde las capacidades técnicas y de ejecución de la banda se ven más completas y mejor logradas, lo cual les permite ser más creativos y no sólo mejores músicos, sino mejores comunicadores de su propuesta. Four Thrones y Wolve’s Curse constituyen otro ataque frontal en donde a pesar de sonar a canciones de black clásico, se separan un poco del sentimiento de claustrofobia, y permiten la entrada de riffs muy memorables y melodía pegajosa, en donde el mensaje se hace aún más perceptible.
El tema que da título al álbum, es un corte distinto, es instrumental, lo cual me parece una maravilla, es una composición admirable en donde se atan perfectamente los conceptos que hablan sobre la luz y sus restricciones, acá la ausencia de letra, la carencia de la “canción” en sí, es la que los dista de esas leyes e impedimentos naturales que el metal en sí plantea. Total Funeral es el track característico de Watain en donde el Black N’ Roll se hace presente, con un ritmo digno de Motörhead, y con densas atmósferas creadas por la voz de Eric Danielsson y un trepidante sentimiento de poder que acelera el pulso de las venas.
Sin embargo, la que más me llama la atención y que me resulta la mejor del álbum, es la canción de cierre, Waters Of Ain, un Opus tremendo en donde Watain se sale de sus mismas limitaciones y experimenta más con la emoción y dejan de lado la misantropía. Es sin duda la composición más personal de los suecos donde expresan verdadero amor a sus dioses, donde con un cálido abrazo reciben a la oscuridad. El tema dura 14 minutos, y cuenta con distintos cambios de ritmo, melodías muy clásicas como de Beyond The Realms Of Death de Judas Priest, y en donde existe más de un clímax. También cuenta en una parte crucial con un invitado, Carl McCoy de la banda de dark-new wave Fields of the Nephilim; donde además de ser un mero invitado, se convierte en la voz de alguien que ya no se encuentra en el mundo, es como un reflejo de lo que Danielsson dejó de piel y sudor en la canción, y así después dar paso a un cierre monumental muy al modo Fade To Black de Metallica, gestando el mejor solo del disco, y un cierre que resulta emotivo y lleno de una energía muy distinta
El álbum es sin duda un gran paso para la banda, seguro no llenarán estadios después de esto, pero sí están dejando una huella importante en la escena, y lo más destacable de todo, me parece el manejo del concepto holístico de las creencias, de la filosofía y de cómo el cuerpo humano es sólo un contenedor de conceptos más grandes que nosotros mismos y la música se convierte en el canal ideal, junto con toda una parafernalia atmosférica, para expresar eso que es más grande que nosotros.
A pesar de que la escena del thrash metal nunca desapareció, las bandas originarias de este movimiento siguieron sacando material; mi percepción es que por varios años el panorama del estilo careció de adeptos de nuevas generaciones que se decidieran por este sub género.
Afortunadamente Suicidal Angels, provenientes de Grecia, es una de las agrupaciones que prueba que el género está de regreso o que vuelve a estar en la mira de la prensa y de los melómanos, como se le quiera ver.
Sanctify The Darkness, editado por Nuclear Blast, marca el segundo larga duración de los formados en 2001, en la ciudad de Atenas.
Queda claro que durante sus años mozos, estos griegos le dedicaron mucho tiempo a los discos de Slayer y Sodom, lo cual junto con alguna otra influencia de bandas de death metal, marca la pauta para su sonido.
Aunque este no es único ni original, se les agradece la extraordinaria manera de ejecutarlo pues nos recuerda como un género se puede reinterpretar. Suicidal Angels no busca llevar el sonido hacia nuevos horizontes, si no demostrar que la vieja escuela del thrash y de toque agresivo, está de vuelta.
La temática de las canciones hace alusión a la rebelión y crítica contra las creencias judeo cristianas y sus instituciones. Esto no es nada nuevo para el conjunto, que desde sus primeros demos se inclinó por esto.
La producción está muy bien lograda, resalta la energía en la ejecución de las guitarras con el poderoso retiemble de la batería, así como el acento del vocalista, que les da un toque especial.
Del arte del CD solo se puede rescatar la portada, que tiene muy buena calidad en la ilustración y en su colorimetría, la cual estuvo a cargo del talentoso Kristian Wahlin, quien es miembro de bandas como Grotesque y Liers in Wait, responsable del rubro en discos de At The Gates, Bathory, Dismember y King Diamond entre muchas otras. Donde Suicidal Angels falla es en el resto del arte, tanto en las fotos tan clichés como en lo pobre de utilizar partes de la portada, con muy baja resolución por cierto, para adornar el fondo de la letra de las canciones. Jalón de orejas para Nuclear Blast que no puede achacar estas fallas a la economía global, pues es el arte y el diseño de un redondo uno de los incentivos para los que optan seguir comprando LPs y no robarlos de la red.
Como bien decía, el sonido de Suicidal Angels tiene mucho poder y es contagioso, con una producción muy bien lograda. Pero si tan solo este conjunto helénico se esforzara por imprimir un poco de originalidad a su música en álbumes por venir, seguramente los llevaría a consolidarse como una de las bandas de thrash a seguir en años venideros. Talento tienen, habrá que esperar su siguiente producción para ver hacia donde navegan musicalmente.
Un álbum donde emana el olor de la década de los 80, con muy buen sonido que entretiene, sobre todo si se comparte el sentimiento anti cristiano que pregonan estos ángeles suicidas.
Mientras que Axl Rose se mantenía silenciosamente en su mansión durante muchos años, derrochando millones de dólares para editar Chinese Democracy, los otros ex-integrantes de Guns 'N Roses editaban discos solistas y se mantuvieron activos con proyectos paralelos en otras agrupaciones durante los 90 y gran parte del nuevo milenio, algunos con mucha suerte y otros no tanto como es el caso de Gilby Clark, pero quien más tuvo repercusión y éxito comercial por la variedad y composición de excelentes canciones, fue Slash. Tal vez el más silencioso dentro del círculo de aquella agrupación Guns 'N Roses, pero lo que nadie sabía era que tenía una tremenda creatividad que da rienda suelta a sospechar que gran parte del éxito de la banda de Los Ángeles durante los 80, fue gracias a él.
Demostrando categoría con sus proyectos, sobre todo en Slash's Snakepit y Velvet Revolver, a pesar de que es un Icono con la guitarra Les Paul Gibson, su homónimo debut como solista solista es una obra donde se lucen más los vocalistas y no tanto la parte de la instrumentación a las seis cuerdas. Comenta el propio Slash que es un disco donde siempre pudo tener el control de todo, desde la música hasta los invitados, y por suerte refleja la variedad de artistas con los que tiene buena relación en este momento. No es casualidad que en su carrera haya trabajado con más de 100 intérpretes, desde Paulina Rubio hasta Lenny Kravitz. Saul Hudson (su verdadero nombre) es un personaje que trasciende cualquier tipo de música y frontera con su galería mística.
El álbum para nada es una especie de resurrección por parte del mñusico de origen inglés, sino es un paso más adelante en su trayectoria como solista. Comparándolo con el oscuro Chinese Democracy, Slash es un redondo mucho más colorido y vivo, con varias ediciones en diferentes países y con una controversial regrabación del clásico Paradise City con Fergie de Black Eyes Peas y la gente de Cypress Hill.
Nos encontramos con variedad al por mayor, donde simplemente hay rock, heavy de la mano de Mr. Shadows de Avenged Sevenfold, baladas, temas crudos y rápidos. De todo el álbum siempre la controversia fue Fergie, cuestionando que no podía cantar en una banda de rock y más con Slash, donde su nombre representa prestigio y respeto. El resultado, a pesar de la polémica, es más que sobresaliente dándole la razón al guitarrista por incluirla en el track Beautiful Dangerous, donde rinde culto a Aerosmith y su papel es más que soberbio.
En las voces invitadas hay leyendas como Ozzy Osbourne y Lemmy Kilmister (Motörhead) donde se juntan con Slash en un coctel explosivo, pero lamentablemente no hay variaciones del sonido clásico de ambos vocalistas; Lemmy hace Doctor Alibi con el sello característico de Motörhead, el ex-Black Sabbath sale a pelearle con Crucify The Dead, escuchándose como en cualquier otro álbum su autoría. La gran sorpresa la da Kid Rock con Hold On, y la inclusión de Dave Grohl en Batería en la instrumental Watch This.
Aunque haya puntos flojos como lo es Gotten con el frontman de Maroon 5, Slash trata de mantener el espíritu del rock en alto con Chris Cornell de Soundgarden, Miles Kennedy de Alter Bridge, sus ex-compañeros, Izzy Istradlin y Duff McKagan, así como la leyenda viva: Iggy Pop.
Aunque es realmente adictivo y muy fácil de escuchar, no se sabe si las canciones fueron compuestas en especial para estos artistas porque no hay mucha diferencia en lo que hacen en sus gruposoriginales. La forma de tocar y las chispas que le saca Slash en los solos de guitarra y las armonías, son inconfundibles de una marca registrada que venimos escuchando hace mucho tiempo desde que inició Snakepit y Velvet Revolver. Como bien afirmé, quienes brillan son los invitados, que puede ser intencional o puede ser que no, pero refleja gratamente la admiración del guitarrista.
Cuando Guns 'N Roses es tan solo un recuerdo del pasado y Axl Rose sigue luchando para mantener a una banda que está en el ocaso de su carrera, otros apuestan al futuro, a la variedad y los resultados están a la vista donde Slash está más vigente que nunca y la imagen de Axl se desvanece a través del paso del tiempo. Con este proyecto sabemos que la galera espiritual de Slash está llena de gratas sorpresas.
Siempre cuando uno menos se los espera aparecen esas agrupaciones de vez en vez que llaman la atención por traer algo diferente a la escena, o por la calidad de sus músicos a la hora de componer material de alta calidad. Enhorabuena eso pasa con esta agrupación de black metal sinfónico llamada Carach Angren de Holanda, cuyo debut Lammendam (2008), prometía mucho con overturas pesadas e historias fantasmales; ahora con Death Came Through A Phantom Ship, reivindica que no es casualidad que a Carach Angren hay que prestarle mucha atención.
Este nuevo trabajo no podría tratatarse como una revelación en el sonido ya que contiene influencias muy marcadas como lo son Dimmu Borgir, Cradle of Filth y agrupaciones al estilo del black metal gótico, pero a la hora de componer sus sinfonías y dar la atmósfera necesaria para entregar la historia general, es magnífica. Death Came Through a Phantom Ship nuevamente en la historia, como su anterior opus, a nivel lirico es lo más fuerte de todo el LP conceptual, como se narra a la par de la música, hace la combinación perfecta para que el oyente se situe y se entregue durante una sinfonía extrema que en ningún punto deja de ser interesante.
Aunque la portada no es de lo más fortuita contando todo el cliché posible de una banda de black, con nueve canciones, introducciones e interludios, estamos hablando de una agrupación diferente. La parte predominante para toda la música es el teclado donde las atmósferas juegan el rol más importante y que está más ligado a bandas sonoras al instante de toda la ambientación, dándole el apoyo a las liricas mientras que la parte vocal es agresiva, aunque bastante conocida en este género.
Títulos épicos como The Sighting Is a Portent of Doom, Departure Towards a Nautical Curse, y The Shining Was a Portent of Gloom, dan rienda a la literatura romántica, con un cuento lleno de sangre, fantasmas e historias sobre lo más oscuro que hay en los mares, y es lo que más se destaca de todo el proyecto ya que como es un trabajo conceptual tiene que estar atado por un común denominador; por suerte, como están conectado los puntos en cada canción, es crucial para que la narrativa sea favorable y placentera, como abordan cada tópico sin caer en coros y versos de lo más predecibles tratando de evitar repetir frases (como lo hace Dimmu Borgir en In Sorte Diaboli). Ello es lo que más se le puede agradecer a estos black metaleros holandeses.
Carach Angren está claro que no es una agrupación que traiga tópicos satánicos y que vayan a seguir esa línea, no traen toda la parafernalia de un black metal tan crudo como lo hace Waitan o Mayhem, sino que juegan con temáticas que recuerdan a King Diamond donde la música, las letras sobre literatura gótica, la historia, la ambientación y la magia, se conjuguen en un combo embrujado difícil de dejarlo.
La duración del LP es un factor de relevancia ya que en sus 45 minutos aproximados de música, a pesar de caer en lugares ya conocidos por bandas extremas, Carach Angren logra dar una muestra de cómo hacer buen black sin caer en la repetición y en el aburrimiento. Estos oriundos de los Países Bajos son de las mayores promesas que ha dado los últimos tiempos Europa, dejando atrás el mito que había que estar en Escandinavia para hacer buena música extrema. Una revelación con esta magistral entrega. Imperdible para los amantes de las historias fantasmales.
Deth Red Sabaoth marca el regreso triunfal y poderoso de Danzig, no sólo por la marcada ausencia de seis años sin lanzar un material al mercado, si no porque retorna a las mejores formas que se le extrañaban, quizá desde la época de Rick Rubin y su American.
Con este álbum, además de marcar su reingreso en forma y fondo de Glenn Danzig, el personaje, el tótem, la leyenda; también representa la vuelta de Danzig, la banda, el sonido y la organización que respalda a esa leyenda, otorgando aspecto y sonido a las grandes ideas del maestro Glenn.
Cuando una banda comienza, se le acuñan influencias, sonidos similares, y se le relaciona con el trabajo de aquellos que llegaron antes; pero cuando un grupo se convierte en legendario, se hace más grande conforme pasan los años, y después de una carrera fortuita de más de 20 años, ellos mismos se transforman en el referente y la autoridad. En Deth Red Sabaoth, Danzig viejo es la referencia obligada para entender a un Danzig moderno y actual.
Después que Danzig experimentara con sonidos industriales y secuencias electrónicas en álbumes de finales de los 90 como Blackacidevil y Satan’s Child; el ex-Misfits se vió obligado a voltear hacía atrás y recapitular su carrera, lo intentó en dos álbumes subsecuentes con resultados medianos, aunque un poco más satisfactorios.
Todas estas referencias sirven para entender su reaparición en el estado más orgánico de este músico, de ese que es magistral, el maestro del horror, lo erótico, lo mórbido y todo aquello aprehendido de sus ídolos como Cash y Elvis, y su inherente pasión por las formas básicas del rock & roll y el blues. En donde nos ataca con poderosos ritmos, los riffs más memorables de Danzig desde la época de John Christ, y con coros y canciones que nos hacen pensar que no hay momentos de relleno o débiles en este LP.
El músico de origen estadounidense grabó este álbum con las formas clásicas de los 70, incluso con equipo de la época. Las guitarras de Tommy Victor (Prong) suenan como un disco viejo de esos de Grand Funk o Cream, puedes escuchar la púa pasar por cuerda, el bajo hace retumbar el estéreo de tu auto o de tu casa de una manera poderosa, como sólo esos viejos acetatos lo saben hacer. ¿Y todo esto de qué le sirve a un Glenn Danzig? En mi opinión, le da espacio para tener mejor oportunidad de escribir canciones sencillas como las que solía construir en sus primeros años, canciones que fluyen de manera perfecta en el disco, tanto que la emoción es progresiva, y te deja ir sintiendo poco a poco el mensaje que se emite aquí.
El disco abre de manera espectacular con un riff marca Danzig, Hammer Of The Gods es el perfecto regreso de un conjunto que sabe patear en la quijada, y hacerte empuñar la mano a modo de ritual guerrero. Después vienen temas, también con el sello clásico, con un tiempo medio casi doom o stoner, como lo es Rebel Spirits (en lo personal mi favorita) en el que la forma de la voz de se aprecia en perfectas condiciones y provoca el clásico escalofrío que recorre tu espina dorsal. El álbum te va llevando por momentos clásicos de la historia y la temática de Danzig, Ju Ju Box, constituye el track sensual ideal para un strip-club. Deth Red Moon se convierte en un pasaje semi-pop bastante disfrutable, en donde se coloca la emoción y sensibilidad como punto clave de la composición. Night Star Hell, de inicio te reta a pensar o sentir que es el momento más débil del CD, por su constante repetición y ritmo lento, pero después de cuatro minutos, se convierte en una estampida de riffs poderosos y toma un clímax inesperado que te hace querer repetirla.
Y si algo sabe hacer Danzig es cerrar sus discos, siempre como la contraparte del inicio, más oscuro, más denso, más pantanoso y donde explaya mejor sus demonios, aquí lo hace de manera magistral con Left Hand Rise Above, en donde explora de la imaginería diabólica y finalmente esa mano del camino oscuro que marca el Baphomet se eleva para marcarnos un nuevo camino, a través de una canción casi doom mezclada con clásico heavy metal muy al estilo Danzig.
Deth Red Sabaoth quizá no sea su mejor trabajo, pero lo es hoy, porque es el que tenemos, y no por conformismo, si no por el hecho de admirar a alguien que se supo replantear y aún así no traicionarse. Cuando alguien como Glenn Danzig se vuelve tan grande, que lo que hace musicalmente se vuelve un pie de página para todo lo que representa, es difícil hacerse hacia atrás y poder admirar sin juzgar, sorprenderse sin esperar, y disfrutar a pesar de los errores que haya cometido en el pasado. Sin embargo, Deth Red Sabaoth te permite dar esos pasos hacia atrás y tener una mejor perspectiva de la grandeza de un ídolo, de una banda y de una nueva obra.
Darkthrone es una banda que en 1992 cambió la cara de la escena del black metal Noruego, y que poco a poco perneó a hacerlo de manera global valiéndose de grandes álbumes de culto como A Blaze In The Northern Sky (1992) y Transilvannian Hunger (1994), convirtiéndose así en un referente sonoro y cultural de toda la escena escandinava de black.
En 2006, Darkthrone volvió a hacer de las suyas y cambió ese referente, especialmente el sonoro, y dio un rumbo diferente al curso de su carrera con un dramático giro estilístico, de actitud y en su manera de escribir canciones. Con su álbum Cult Is Alive (2006), llevaron el toque clásico de la banda hacía un terreno más punk, más "crust" y con actitud más apegada a un Motörhead que a un Burzum. Cambio por el cual, perdieron varios fieles en el camino, y ganaron otros cuantos.
Después de toda esta relación, llega Circle The Wagons este año, y logra en 40 minutos lo que muchos intentan lograr en tres álbumes completos. Circle The Wagons es el mejor trabajo de Darkthrone desde ese cambio de estilo comentado anteriormente; es donde concretan sus ideas, su actitud de resistencia, su necesidad de captar las cosas de la forma más cruda posible, tanto que ratos parece demo. Sin embargo todo en Darkthrone cuenta con una intención y el cinismo necesario para llevarlo a cabo.
Fenriz y Nocturno Culto, quienes han llevado el estandarte del black metal puro a una guerra contra las nuevas tendencias, en apoyo a su resistencia del underground; ahora se paran más seguros, más cínicos y orgullosamente anticuados en sus formas: aquí no es necesario grandes olas de pensamiento y filosofía, es más la actitud que el talento, y con una arrogancia de saber lo que hacen y lo hacen tan bien, mantener vivo el metal más puro posible.
Circle The Wagons nos regala una colección entera de riffs, una enciclopedia de actitud y de cómo darle una bofetada al sistema. Canciones como I Am The Working Class reflejan su estilo de vida, alejado del compromiso de ser un icono, que manifiesta su inconformidad ante un sistema; Black Mountain Totem se para como un gran himno de punk directo para manifestar la grandeza que es ser noruego. Sin embargo en mi opinión, es I Am The Graves Of The 80’s el tema que destaca sobre todo, es aquí donde conjugan todo el trabajo hecho en los últimos cuatro años, con esa actitud de pecho duro estilo Lemmy, pero que aplica como la Whiplash de nuestra década actual, donde se talla en piedra que el metal es un estilo de vida, una postura y es el lugar donde yacen las grandezas de una década y de un género que, en opinión de Fenriz, cada vez es menos puro y honesto.
El disco es una delicia de principio a fin, no hay un momento débil, para aquellos que esperan otro A Blaze In The Northern Sky, sigan esperando, pero aquellos que esperan la nueva aventura de Fenriz y Nocturno, es éste el álbum a conseguir. La copia física vale mucho la pena, ya que en el booklet, Fenriz narra un poco sobre la historia de cada track escrito por él, así como en la parte final incluye su lista de “álbumes que debes tener” en las que seguro encontrarás grandes joyas.
Darkthrone no es una banda para críticos, ni quizá lo sea para captar nuevos fans, pero sí es una banda para aquellos que gustan de la conducta, del poder, de disfrutar de grabaciones "low-fi", pero con gran calidad en los riffs y que al final te hagan sentir el poder de ser parte de una resistencia, de aquellos que buscan nuevos testamentos en viejas palabras y en las viejas formas que el metal clásico tiene. Eso es Circle The Wagons, una gran patada en la cara para aquellos que siguen sin ‘comprender’.
Los alemanes de The Ocean ya hace un tiempo que en el underground se han ganado un nombre respetable a cada producción que editan, ya sea por su originalidad o por ser una de las agrupaciones más ambiciosas de la última década en términos progresivos. Los germanos también destacan en calidad lirica y compositiva, sobre todo como en sus primeras obras como lo fue Aelion, el sucesor Precambian; cada una de etas producciones les ha otorgado todo tipo de elogios alrededor del planeta a la hora de entregar material extremo fuerte y contundente.
Con cambios importantes en la agrupación como lo es la llegada del nuevo cantante Loic Rosetti, haciendo un trabajo excelente entregando voces agresivas y limpias, The Ocean se embarca nuevamente en un ambicioso proyecto conceptual como lo es Heliocentric, la primera entrega de este 2010 de un proyecto doble donde trata el origen del universode manera filosófica, tanto del lado de la religión como en el de la ciencia, dando como resultado un álbum más que interesante.
Musicalmente Heliocentric muestra matices más sutiles que en otros redondos de la agrupación, en esta oportunidad los encontramos más tranquilos, más maduros y con una producción cristalina donde se aprecia cada instrumento con una nitidez absoluta. Dejando la agresividad aparte, nos encontramos de principio a fin con una obra donde las influencias son claras pero con un sonido propio, ello hace que este plástico valga la pena su escucha una y otra vez ya que contiene material altamente adictivo. Lo más importante para comprender lo que se quiere trasmitir, es que tiene que escucharse completamente durante todo el viaje sónico que se propone, un álbum conceptual que nunca decae.
Altamente influenciados por bandas progresivas de metal como Tool, pero con más armonía y delicadeza, inicia una saga y sonido con varias sorpresas que antes no habíamos escuchado.
Con la introducción, Shamayim, llega el primer track titulado Firmament que nos da la idea de cómo va ser el trayecto donde los pasajes van de lo agresivo a la sutileza, variando a cada momento. Firmament es el el origen del universo a nivel religioso, a partir de ese instante prosigue toda una epopeya sonora donde cada vez se hace más cautivador como pasa en The First Commandment Of The Luminaries, aquí la ambientación juega un papel preponderante en elestruendo de The Ocean.
Ptolemy Was Wrong es tal vez lo más emotivo de toda la placa, la instrumentación nos recuerda algo de Radiohead pero con un toque más oscuro. Las letras se distorsionan entre ciencia y religión, es el punto más alto donde uno se da cuenta de la ambición de todo el proyecto, a pesar de ser muy arriesgado a la hora de querer trasmitir el mensaje.
Metaphysics Of The Hangman, Catharsis Of A Heretic, Swallowed By The Earth, conforman el esqueleto de la entrega, predominando la idea y tesis de la ciencia en el origen del universo con más agresividad hasta que llegamos al colosal final y tercera parte con la semi-introducción, Epiphany, de tres minutos que da pie al tema The Origin of The Species, donde la parte lirica juega un papel muy importante en el track final, The Origin of God, expulsando las últimas líneas del LP, "¿Quién hizo a tu arquitecto?¿De dónde viene?¿De qué está hecho?”, en el cual encierra la primera parte de este proyecto doble y deja un final abierto, filosóficamente, para que cada quien tenga una interpretación personal.
The Ocean brinda una obra conceptual de alto calibre donde la ambición de la banda se nota a grandes rasgos y cuya inclusión del nuevo vocalista le da un aire fresco. Cada año que editan un material salen victoriosos y con el lanzamiento de Heliocentric, es claro que son una de las agrupaciones más importantes en el underground mundial de la actualidad.
Heliocentric, a pesar de no ser perfecto, tiene la gran ventaja de ser totalmente arrollador en todo sentido.