Sábado 24 de Septiembre de 201
Circo Volador
México D.F.
Por Samuel Segura
Fotos: Germán García
Con la manta de fondo en la que se leía “Blind Guardian”, Glass Mind subió al escenario a cumplir su papel de telonero. Aún desde las gradas, la potencia de las guitarras se dejó caer sobre el público que ya vitoreaba “¡Guardian, Guardian, Guardian!”. No importó. Los mexicanos tocaron, al grito de ¡Viva México, cabrón!, hasta captar los aplausos y gritos que los hicieron ver como la banda estelar. Media hora bastó para convencer a la gente de que su música, particularmente la de su regrabado Haunting Regrets (leer reseña), vale la pena.
A las 9 de la noche los celulares iluminaron al Circo Volador, buscaron captar cada instante del inicio del concierto. Sacred Worlds comenzó a decapitar cabezas con el filo de sus guitarras. “Qué bueno estar de vuelta en México, 'you look exactly the same' (lucen exactamente igual)” anunció Hansi Kürsch. La respuesta a gritos del público fue ensordecedora. Un minuto o dos en los que no se escuchaba algo distinto a las gargantas de los asistentes.
Hansi, André Olbrich y Marcus Siepen estuvieron al frente. Al teclado y bajo los relegaron al plano en que se acostumbra colocar la batería (Frederik Ehmke). Incluso cambiaron de bajista durante el show, pero la disposición de los integrantes en el escenario nada tuvo que ver con la ejecución y el sonido que produjeron. Cada nota, especialmente las de Ehmke, sonó impecable en Welcome To Dying.
Kürsch no dejó de hablar en cada canción: la presentaba, contaba algo referente a su temática o a la historia detrás de ella, o lo que quería hacer con el público para cantarla. En Time Stands Still (At The Iron Hill), los hizo corear la línea melódica de la guitarra rítmica. Les siguió Turn The Page y Majesty, tema por la que la gente tuvo que gritar su título una y otra vez para que la banda se convenciera de tocarla.
Era una “fiesta grande”. Las luces verdes se movieron al ritmo del doble bombo durante las composiciones que llevaban el sello del género manufacturado en Alemania, el power metal. Así, sonaron Mirror Mirror y Tanelorn (Into The Void). Las velas fueron la luz de los celulares, y las palmas la base para Lord of the Rings.
Pero la gente ya no aguantó más sin escuchar Valhala. “Valhalla/Deliverance/Why've you ever forgotten me/” cantó el público, primero con el grupo, luego solos, después con batería y solos al final. Nada más épico que los fanáticos cantando las canciones que los convocan.
El ánimo incansable de los asistentes y de los germanos alargó el concierto hasta pasadas las 11 de la noche. Durante el encore, sonaron Wheel Of Time, The Bard's Song y, para concluir, con la bandera de México atrás y un sombrero de charro en los tambores, el cover de The Regents, Barbara Ann.
“Muchas gracias y hasta luego”.
SETLIST
Sacred Worlds
Welcome To Dying
Nightfall
Time Stands Still (At The Iron Hill)
Traveler In Time
Turn The Page
Majesty
Bright Eyes
Tanelorn (Into The Void)
Lord Of The Rings
Valhalla
And Then There Was Silence
ENCORE
Wheel Of Time
The Bard's Song
Mirror Mirror
Barbara Ann