Por Rodrigo Pinto
Aprovechando los rumores de la secuela de esta gran película, ciertos o no, aprovecho para hablar de ella…
Cheech Marin y Tommy Chong. Cheech n Chong. Debutan con este largometraje (1978), escrito y actuado por ellos mismos, se sabe que también querían dirigirlo, pero entre tanto humo prefirieron darle el proyecto a Lou Adler que venia de producir unos cuantos documentales y el clasico The Rocky Horror Picture Show, así que este fue su debut en la dirección y luego poco mas, por que solo dirige un par de pelis más. O una. Lo suyo es estar a cargo de la música.
Decir que una película se tiene que ver bajo los efectos de las drogas, la mayoría de las veces es un poco exagerado. En otras ocasiones su consumo nos hace ver algo mejor en pantalla, de lo que realmente es: mejorando la mierda, que no esta nada mal. Y en otras, como esta, fumar un porro, darle a un canuto, pegarle al Bong o darle unos jales a la pipa es más importante que llevar las gafas de 3-D en una película de dicho formato.
Muchos diálogos y situaciones parecen no tener sentido (y no lo tienen) si es que no vas como ellos. Es una comedia puramente verde, que por la posición de la cámara, muchas veces, nos hace partícipes, como si fuéramos uno mas. Ya sea en la parte trasera del coche u otro drogueta, en el círculo, esperando nuestro turno para darle unas caladas a ese cigarrillo, en el sofá.
Sus diálogos nos enrollan y confunden al igual que a sus protagonistas. Esto no quiere decir que no exista un guión ni mucho menos. Sería casi imposible conseguir todo esto a base de improvisación. Y el director, imagino, terminaría más loco de lo que está en realidad. Una libertad actoral, que da permiso a estos dos, sería lo mas atinado.
Este par de mequetrefes van armados hasta los dientes o hasta las narices, ya que con tanto descuido consumen esto o aquello. Aunque su predilección, su pan de cada día (perdona nuestras ofensas…) es la mota.
Un gran soundtrack rockero setentero con un poco de soul y reggae. Con bandas como Yesca, The Serch Boys y claro esta, los grandísimos Alice Bowie.
Bien por la comedia y las risas, bien por el rock n roll , bien por la mota y bien por los chicanos que tan bien me caen y tanto han aportado a ambas culturas: a la Yankie y a la Mexicana. Por igual.
Amén.