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Tiamat: Pestilencia Babilónica

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Por Sergio Alvite

De los mares del caos y pestilencias babilónicas, Tiamat emerge como un gran representante sueco que desde los 90 se fecundó y aún en el siglo XXI se mantiene con producciones originales y de corte bestial, caracteristica que los liderados por Johan Edlund, han explotado a lo largo de sus más de 20 años de carrera en el heavy metal.

Yendo desde el black y doom, hibernando siempre en el rock progresivo, estableciéndose más recientemente en el gótico, el conjunto escandinavo lanzó el año pasado su nueva obra Amanethes, material que vió el nacer de Tiamat en la renombrada disquera Nuclear Blast tras una larga estancia en Century Media. Esto y otros temas son desplegados en la entrevista exclusiva del bajista Anders Iwers a Search & Destroy antes de su visita a México para los conciertos que sostendrán en Monterrey, Nuevo León, y el D.F. al lado de los portugueses Moonspell, y días después en Argentina.

Iwers, hermano de Peter Iwers, bajista de In Flames, amplia nuestro panorama acerca de la escena sueca del hard rock, y hace memoria en la carrera de Tiamat.

Search & Destroy: Sú último álbum, Amanethes, le fue muy bien y fue su primer disco en cinco años. ¿Qué les tomó tanto tiempo?

Anders Iwers: Cambiamos de disquera, de Century Media a Nuclear Blast. Hicimos demos y tomó tiempo, probablemente pudimos lanzarlo dos años antes pero por algunas razones, el nuevo contrato y cosas así nos tomaron tiempo.

Search & Destroy: ¿Ya se encuentran trabajando en su próximo álbum? ¿Tienen ya algunas ideas, cuándo podemos esperar ese nuevo disco?

Anders Iwers: Creo que esta gira Sudamericana y por México será lo último que hagamos de ‘Amanethes’. Después de eso esperamos trabajar en el próximo álbum y lanzarlo yo creo en el siguiente otoño (2010).

Search & Destroy: Pensamos que Amanethes fue un gran álbum porque fueron más extremos que en Judas Christ, su anterior disco. ¿Qué los llevó otra vez en esa dirección?

Anders Iwers: Realmente no pensamos en esos términos, creímos en las canciones que teníamos, en las que decidimos para estar en el disco, Por ejemplo la canción ‘Raining Dead Angels’ o ‘Equinox of the Gods’ tienen tiempos pausados, pero hay canciones que fueron más allá, más recordables. Hubo canciones más agresivas.

Search & Destroy: Para el nuevo disco, Johan Edlund, su cantante, ¿producirá de nuevo el material?

Anders Iwers: Creo que sí. No hemos hablado de eso pero hizo un gran trabajo en ‘Amanethes’.

Search & Destroy: El año pasado Thomas Wyreson (guitarra) dejó Tiamat. ¿Van a reemplazarlo con un miembro permanente o sólo tendrá un músico de apoyo?

Anders Iwers: De hecho tenemos un miembro permanente que es Johan Niemann, quien tocaba el bajo con Therion, ahora es nuestro guitarrista. Empezó con nosotros desde el año pasado en la gira por Rusia que hicimos en noviembre. Lo probamos en esa gira y de inmediato nos quedamos con él.

Search & Destroy: Tocarán en México con Moonspell, una banda que como ustedes en los 90 tuvieron a un gran productor de la época, Waldemar Sorychta.

Anders Iwers: Creo que hizo un gran trabajo en ‘Wildhoney’ (1994), ‘The Astral Sleep’ (1991) y ‘Clouds’ (1992). No hay ninguna animosidad en no trabajar con él otra vez, a veces se necesita respirar nuevos aires para seguir adelante y creo que él quería lo mismo. Cuando dejamos de colaborar con él, se movió a trabajar con bandas grandes como Lacuna Coil, Moonspell. Quedamos muy contentos con él colaborando a principio de los 90.

Search & Destroy: Muchos de sus seguidores recuerdan el disco Wildhoney como el mejor de Tiamat, una obra maestra, quizá el disco más progresivo de Tiamat. ¿Han pensado en tener otro álbum con un toque más progresivo?

Anders Iwers: Creo que siempre hemos sido progresivos. Creo que ‘Wildhoney’ se adelantó a su tiempo, cuando salió era lo que la gente necesitaba, no creo que haya que hacer un ‘Wildhoney II’, no tendría sentido. Siempre hemos sido progresivos y creo que nunca hemos dejado de serlo.

Search & Destroy: ¿Han pensado en tocar Wildhoney en su entereza en alguna gira?

Anders Iwers: No, pero tocamos en los conciertos alrededor de seis canciones de ese disco. Además habría muchas introducciones y pasajes atmosféricos que no podríamos tocar. Quizá lo hubiéramos hecho en el décimo aniversario pero ahora ya está muy hecho, muchas bandas lo hacen. Pero tocamos mucho de ese disco y aunque hay muchas, no es el disco completo.

Search & Destroy: Regresando a lo de su disquera, estaban con Century Media y ahora están con Nuclear Blast.

Anders Iwers: Sí. No hubo ninguna animosidad con Century Media. Hicimos como siete u ocho discos con ellos que en la actualidad es más de lo que se acuerda con los grupos. Creo que necesitábamos un descanso, comenzamos a sentirnos como parte de los muebles de la disquera. Ya no nos sentíamos cómodos. Necesitábamos movernos y encontrar algo fresco y emocionante para el nuevo disco.

Search & Destroy: Tiamat formó parte de una gran escena en Suecia en los 90. ¿Cómo se sienten hoy en día en la escena del país? ¿Hay una escena propia?

Anders Iwers: No lo sé, quizá la hay. Hay algunas bandas como Sonic Syndicate y algunas otras bandas locales que llevan la próxima generación, Pero no estoy muy seguro de que haya una escena porque no hay como una escena ‘underground’. No hay gente organizando festivales de death metal o clubes de lo mismo como lo era en los 90 cuando había tocando cerca de nueve bandas, la gente podía pagar por grupos más grandes. No veo que eso pase más, pero creo que ahora es más fácil con las disqueras, que te firmen y que saquen tus discos pero sólo es una especulación.

Search & Destroy: Anders, ¿hay algo más que quieras decir a los lectores de Search & Destroy? El sitio de habla hispana más grande de heavy metal.

Anders Iwers: Quiero estar en México, la vamos a pasar muy bien, va a ser nuestra cuarta ocasión en México. Siempre es un placer regresar, asegurense de estar en el concierto y los veré ahí.

Barren Earth estrena video del track The Leer

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Barren Earth, el supergrupo finlandés de death progresivo, deja ver su primer video del track The Leer, canción de su debut Curse Of The Red River, dirigido por Owe Lingvall. Ve aquí el video.

El bajista Oppu Laine y el tecladista Kasper Mårtenson, hablan para S&D sobre ésta composición:

O.L.: “Inspirada por el compositor finlandés Anssi Tikanmäki y Autopsy. Alguien pensó que es un tributo a Iron Maiden, ¡pero no lo es! Las letras anti cristianas tienen que ver con la culpa y vergüenza.”

K.M.: “En el contexto de éste álbum, un track relativamente conciso y claramente definido. Tiene claros pasajes de estilo doble de guitarra líder tocada por la guitara líder y sintetizador moog. Tiene un impacto decente, y fue una elección obvia para el video promocional.”

Barren Earth – Curse Of The Red River

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Por Sergio Alvite

Barren Earth
Curse Of The Red River

Peaceville Records

A lo largo de los años el término “supergrupo” se ha ido deformando. Quizá quien puede presumir de esa “patente” es Led Zeppelin, cada uno de sus integrantes era un genio; de ahí en adelante se fueron creando poco a poco éstas bandas de índole de “ensueño” como Blind Faith, y más al pasar del tiempo conjuntos como The Firm, Asia, Contraband, Temple Of The Dog, etc. Cada una de ellas con ventajas y sus contras; pero lo más relevante de esa etiqueta es que su tiempo de vida es muy corto y cuando no lo es, resulta extraordinario. Quienes en pleno siglo XXI nacen con la idea de contrarrestar ese estereotipo y con la mente abierta a ser un combinado normal con experiencia relevante en agrupaciones como Amorphis, Moonsorrow o Swallow The Sun es Barren Earth, quienes a pesar de no tener nombres tan rimbonbantes en el medio del heavy metal internacional, son de admirarse y apreciarse por el estilo musical que manejan en su debut Curse Of The Red River, fusionando death metal con el progresivo de los 70, ambos apasiguados por la melancolía, melodía vocal y un baño folclórico de donde provienen estos excelentes músicos, Finlandia.

Con la producción de un maestro de ésta escuela que él mismo originó, aunque pocos le dan el crédito, Dan Swanö, una referencia del death progresivo aflictivo que hoy en día sigue dedicando su vida a éste corte musical, Curse Of The Red River es una bestialidad de la composición que se embellece con sus arreglos y pinceladas de preciosismo que a instantes recuerdan a Opeth, una influencia muy marcada en éste redondo, pero sin embargo logran prevalecer buscándose un espacio propio con añadiduras tomadas abiertamente de Jethro Tull o los ingleses Pink Floyd.

La connotación de esos grupos citados se desprende en Flicker, un track poseído por lo brutal y por la gallardía acústica del también guitarrista de Kreator, Sami Yli-Sirniö; su pasividad se domina por la conducción de riffs poseídos por teclados orquestales, mismo que vuelve a sentirse en The Ritual Of Dawn y Ere All Perish.

Los ritmos lentos son una variante de éste larga duración, pero por igual la velocidad a medio tiempo prevalece en The Leer, inspirada por Autopsy y con sintetizadores Mogg.

Al igual que los Mogg, los Hammond, órganos que recuerdan de inmediato a agrupaciones históricas como Deep Purple o incluso Uriah Heep, se manifiestan en el sencillo Our Twilight y el track abridor que da nombre al álbum, una fusión que inicia con un ambiente estremecedor y oscuro para de pronto abrirse a la esperanza en una cadencia de potencia.

El aporte de Kasper Mårtenson, tecladista, es esencial. Su sello es el que los lleva más allá de los grupos de mismas características; al igual que él, el bajista ex-miembro de Amorphis, Olli-Pekka Laine, son fundamentales en la creación del redondo que a la par de distintas contribuciones del baterista Marko Tarvonen o el frontman Mikko Kotamäki de interpretaciones limpias y guturales, complementan un trabajo perfecto reflejado en Cold Earth Chamber, la de corte en pugna.

Como resaltábamos, el trabajo de guitarras entre Yli-Sirniö y Janne Perttilä (Moonsorrow) se agiganta con armónicos de confección sombría y de añoranza, cada uno acompaña a la voz dandole fuerza y sin quitarle atención. Esta luz puede vivirse en Forlom Waves, un vals en busca de la batalla con un piano que engrandece esa marcha para coronarse con un solo de teclado apoteósico.

Curse Of The Red River es una obra de esmero y magnificencia tal y como cierra con Deserted Morrows, una oda a guitarristas heróicos.