Por Juan Mier
Lemmy White Line Fever
Pocket Books
“Poca gente puede afirmar con certeza haber consumido más drogas, bebido más Bourbon o entretenido a más mujeres que el cantante y líder de Motörhead.” Cualquiera que tenga escrita la frase anterior en la portada de su biografía merece un monumento especial en el templo del Rock, además de todo mi respeto y admiración. La cita anterior está plasmada en el libro White Line Fever, autobiografía de Ian Kilmister, mejor conocido como Lemmy, bajista, compositor, cantante y líder de la legendaria banda inglesa, Motörhead.
Escrita en un sentido casual y amigable, anécdota tras anécdota, Lemmy narra la historia de su vida. Desde su infancia hasta los inicios de su carrera musical en diversas bandas a finales de los 50 e inicio de los 60, continuando hacia bandas más grandes como Hawkwind y la fundación de Motörhead en 1975.
Lemmy ha estado en todo, desde roadie para The Jimi Hendrix Experience hasta ver nacer a The Beatles y Rolling Stones, de quienes nos afirma que los Beatles eran tipos callejeros rudos de Liverpool, y los Stones eran niños consentidos de los suburbios de Londres, pero aun así respeta mucho a ambas bandas. El libro está lleno de comentarios de ese tipo e historias de sus múltiples aventuras grabando discos y en giras sin descanso por todo el mundo.
El protagonista de esta historia se confiesa a sí mismo un “speedfreak”, adicto a las anfetaminas, su droga favorita por excelencia. Aunque también cuenta sus experiencias psicodélicas con Hawkwind tomando LSD, denunciando y advirtiéndonos sobre los peligros de la heroína, según entendemos nunca consumió.
La discografía de Motörhead simplemente es enorme en un 95%, creada por Lemmy quién realmente está subestimado ya que puede ser considerado una de las grandes fuerzas creativas dentro del Rock. Afirmando que su éxito financiero más grande son las regalías, irónicamente por las canciones escritas con Ozzy Osbourne como Mama I’m coming Home.
Rock star de rock stars sería un buen adjetivo para calificar a este increíble personaje quien además de haber cometido innumerables excesos, es una persona inteligente y honorable. Evidencia de esto es que con 60 años de edad aún sigue girando, aun está vivo y aún es sencillo. Siempre lanza comentarios apreciativos hacia sus compañeros de banda, primero para Phil “Philthy Animal” Taylor y “Fast” Eddie Clarke de la alineación clásica, y para Phil Campbell y Mikkey Dee de la alineación actual. Constantemente denuncia a gente deshonorable que se ha cruzado en su camino: miembros de Hawkwind, managers sin escrúpulos, ejecutivos de disqueras (en especial Sony Music), etc.
A lo largo de las numerosas anécdotas que componen este libro también se tienen muchos datos curiosos y consejos que pueden ser útiles para cualquier persona en la industria musical. Considero a White Line Fever como un libro esencial para cualquier persona que disfrute del buen Rock.