Por Javier "Show" Villalpando
Drudkh
Eternal Turn Of The Wheel
Season Of Mist
Drudkh es ya toda una institución en el black metal; desde el 2003 esta banda proveniente de Ucrania se ha ido abriendo paso con grandes álbumes muy bien producidos. Aún con todo esto, la agrupación ha sabido pasar desapercibida y no ser lo suficientemente apreciada, tanto en cantidad como en calidad, pero eso no les quita grandeza, por el contrario, les añade mística.
Del 2003 al 2006, se mantuvieron activos creando casi un álbum por año, de los cuales casi todos son unas verdaderas piezas musicales que engloban todo lo que es el black metal de la segunda ola y lo que representa este sonido de Europa del Este. Incluso, Thurios, su cantante, se ha ganado el mote del “Varg Vikerness de Europa del Este,” gracias a sus inclinaciones políticas y modo extremista de pensar.
Puntos muy altos, y a la vez, referentes para comparar el trabajo futuro de la banda, son sus álbumes Autumn Aurora del 2004 y Microcosmos del 2009. En el primero lograron canalizar brutalidad con pasajes atmosféricos y claustrofóbicos, con los que se acuñaron de manera más práctica de un estilo propio. En Microcosmos alcanzaron una calidad más palpable a nivel musical y a nivel de composición, la calidad y temática de las letras los puso como referencia obligada de un nuevo metal con tintes folk. Después de ese material llegó Handful of Stars del 2010, en donde la experimentación se hizo más presente, donde los prefijos como “post” o “ambient” les pudieran ser adjudicados fácilmente; en general fue un buen disco pero que los separó de lo que sus primeros tres álbumes fueron, de ese black metal oscuro, puro y espiritual.
Con todo este preámbulo, llega en 2012 su nuevo material en donde ya amenazaban con volver a una forma más cruda y básica de ejecutar su arte. En Eternal Turn Of The Wheel, Drudkh sí logra ese volver a las raíces y a realizar una forma más elemental de hacer black metal, sin embargo, nadie se hace más joven ni vuelve a nacer, la vida misma te va llenando de años y sabiduría y por más que queramos regresar o retomar, nunca vuelve a ser lo mismo. Con esto no digo que el disco sea malo o que no hayan logrado su cometido, por el contrario, sí lo logran, retoman muy bien sus raíces pero desde la madurez y momento histórico en el que están, con el aprendizaje de haber hecho otro tipo de LPs durante los últimos cinco años. El disco es una obra redonda, tanto que retoma la manera de hacer música de su pasado y se erige como el mejor en los últimos años.
Eternal Turn Of The Wheel consta de cinco tracks, de los cuales el primero es una intro con sonidos ambientales de un bosque, aderezados con una guitarra acústica, para servir de antesala y desatar furia y poder con Breath Of Cold Black Soil, una canción de casi 10 minutos que desde su inicio pone en orden y deja en claro cual será la forma de este álbum. La mayor riqueza con que cuenta esta canción es con los riffs y los cambios de tiempo que estos mismos proponen; de repente suenan hasta con tintes "Motörheadescos" pero ambientados por la tundra Ucraniana a -23 grados C. Los temas de naturaleza siguen ahí, que es donde varias bandas folk toman su mayor inspiración, donde se revela su espiritualidad y se comprende ese sentimiento de adoración a algo mayor que ellos mismos, donde se entretejen sentimientos con sonidos creando así toda una experiencia.