Por Javier "Show" Villalpando
Volbeat
Beyond Hell / Above Heaven
Universal Music
Volbeat es una banda danesa que ha pasado fuera del radar durante muchos años, sin embargo han sido grandes favoritos en países escandinavos como su natal Dinamarca, Suecia, y han logrado bastante éxito en festivales como Wacken. La originalidad en su sonido desde el punto de vista del metal es incuestionable, es una mezcla bastante coherente de heavy metal, rockabilly, punk, y vocales estilo Elvis con guitarras de un Metallica moderno.
Sin embargo, el sonido distintivo de Volbeat es un arma de doble filo, ya que al marcar una diferencia con su "Rock The Rebel/Metal The Devil", tienden a caer fácilmente en la repetición y la experimentación que puedan lograr, sacrificando mucho esa originalidad mencionada.
En esta su nueva entrega, Beyond Hell / Above Heaven, los nórdicos, ahora favoritos de Metallica -sobre todo de Lars Ulrich-, se valen de nuevas áreas que los debilitan un poco, como dejar de lado la actitud punkabilly y adoptar melodías más pop, dejar las voces carrasperas e irse por vocales más limpias. Los riffs siguen siendo bastante buenos, muy poderosos y memorables. Lo que logra Volbeat es, construir alrededor de esos riffS, canciones consistentes pero se pierden dentro de su propia genialidad guitarrístca y al querer arriesgarse, pierden lo que los hace indentificables.
El disco no es que sea malo, pero si no eres fan de Volbeat desde tiempo atrás, este álbum no te convencerá de lo contrario, el meollo es el abuso de fórmulas y clichés que ellos mismo establecieron. Sin embargo, un punto a favor del redondo es que se valen de algo que pocas bandas de metal hacen, que es el tener invitados especiales; en esta ocasión, tienen a dos leyendas bastante reconocidas y a la vez muy lejanas de lo que hace Volbeat, como a Mile Petrozza de Kreator y
Barney Greenway de Napalm Death, en dos tracks bastante buenos, que la verdad hacen destacar al disco, junto con la canción abridora. 7 Shots, el trAck que tiene a Petrozza, es una composición agresiva disfrazada de hillbilly y bluegrass, pero que se extiende hacia una poderosa canción de metal clásico con la intervención del frontman alemán. Y Evelyn, el corte en el que interviene Greenway, podría ser de la época dorada de Napalm Death en la era Lee Dorrian, pero con la voz de Greenway, muy disfrutable.
Es un CD flojo, que de repente adolece de inconstancia, pero que a los fans de la banda no decepcionará, si es visto o escuchado como un álbum en donde se contienen cinco posibles sencillos, será mucho mejor viaje que verlo como una obra constante y redonda. Sin duda Volbeat tiene mucho por aportar, más en vivo que en álbumes, y esperemos que sus mejores discos no hayan quedado en el pasado.


Siempre considerados como segundones en el thrash metal,
aparecida en su disco debut. Como dije, no hay canciones flojas aquí y uno debe de hacer ejercicios de calentamiento para hacer headbang como debe de ser a lo largo de este discazo de nueva rolas. Lo único chocante del asunto es la portada tan maniquea, en la que se nos dice claramente que los gabachos son los buenos, y todos los demás, los malos. Por cierto, la foto interior fue tomada en el Circo Volador de la Ciudad de México, cuando tocaron hace un par de años. Existe en disco, aunque sin póster.

Desde el surgimiento de la Segunda Ola del Black Metal (finales de los 80’s, principios de los 90’s) que fuera el movimiento que definiera el género en sí, se han ido gestando diferentes sub-géneros dentro del black que mutan hacía terrenos más melódicos, e incluso más ambientales y atmosféricos. Iniciando la tercera década de existencia del black metal, llega
Sin cuestión alguna el disco te atrapa desde que inicia, sin embargo, las canciones de repente sufren de ser cortadas de la misma tela, del mismo patrón, por lo que requerirá varias escuchadas para poder ser disfrutado al máximo y apreciar las sutiles diferencias entre las canciones, y apreciar por sobre todo, el sentimiento y lo pegajoso que puede llegar a ser en momentos.

Para ser sinceros, Sodom nunca ha dado un mal disco, y menos ha llegado a los bajísimos fondos que Kreator y Destruction, así que los que les guste el Sodom contemporáneo, deben de conseguir este disco que está al nivel de sus clásicos recientes como el M-16, por ejemplo. Como nota adicional diré que este es el último disco que graba Bobby, pues recientemente se ha separado del grupo y ya hasta tiene sustituto.



Murray aprendió de Jimi Hendrix y que inmortalizó en temas como Phantom of the Opera y The Trooper). Líricamente, The Alchemist continúa el interés que reflejó Bruce por la alquimia en su álbum solista, The Chemical Wedding, y podemos ver reflejadas las clásicas preocupaciones existenciales de Harris en temas como When the Wild Wind Blows. En cuanto al aspecto visual, el arte nos ofrece un Eddie grotesco y ajeno, más próximo a las ilustraciones del trastornado suizo H. R. Geiger que a la creación original de Derek Riggs.

Anteriormente el baterista Shawn Drover había hablado al respecto.

En 2008,
En lo que sí avanzó el estilo de Nachtmystium a través de Addicts fue en la elaboración de coros melódicos, aspecto en el que destacan ampliamente No Funeral, Ruined Life Continuum y la titular Addicts, con su temática sobre las drogas y cuyo coro "All I want is more" nos remonta al debut fílmico del suizo Barbet Schroeder sobre los estragos de la heroína y nos lleva por otro (mal)viaje desencantado y decadente. Finalmente, Every Last Drop (
