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Pallbearer – Sorrow And Extinction

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Por Javier "Show" Villalpando

Pallbearer
Sorrow And Extinction

Profound Lore Records

De ser posible, al mirar a los ojos a una obra como Sorrow And Extinction, experimentemos sentimientos que creíamos haber tenido escondidos, que se revelen verdades sobre nosotros que ni siquiera conocíamos, sentir lo que es ver al espejo de la verdad que nos mostrará lo más débil de nuestro de ser, lo más sensible, lo imaginativo y dibuje un paisaje solitario detrás de nuestro reflejo. Un álbum no tiene ojos, no se le puede mirar, pero se puede comprender, abordar desde distintos ángulos, se le puede pretender analizar; pero al final, sólo lo vamos a sentir y de eso se trata el arte.

Pallbearer significa en castellano “el que porta una cortina de humo” o “el que porta un paño mortuorio”, cualquier significado literal que elijamos nos habla del tipo de banda que escucharemos. Si le sumamos el significado del título del álbum –Dolor y Extinción- se hace evidente que se trata de una banda de doom. En estos días doom es un término acuñado a bandas tan diferentes entre sí –Sleep y Mournful Congregation / Electric Wizard y Type O Negative, etc.- lo que las hace tener algo en común es la profundidad y repetición de sus riffs, los ritmos medios a lentos, y la temática de sus letras. Pallbearer configura una especie de doom en base a elementos que conocemos pero hecho de una manera distinta y especial.

En el contexto del doom hecho en Estados Unidos en los últimos años por bandas como Yob, Indian o Dark Castle, Pallbearer se distingue por la calidad de su ejecución más clásica y limpia, sin buscar la brutalidad o la repetición sin sentido, agregando guitarras acústicas y teclados muy sutiles que le dan ambiente y más profundidad a su música.

En el 2011, dos de los álbumes que consideré más fascinantes en el género, fueron el emotivo The Inside Room de 40 Watt Sun y la colección de hermosas marchas fúnebres en el Despond de Loss, si juntáramos los elementos claves de ambos tendríamos algo similar a Sorrow And Extinction. En cinco canciones, que casi alcanzan los 50 minutos, los de Little Rock, Arkansas (Estados Unidos) hacen lucir sus dotes musicales de manera magistral. Hay tres elementos claves (musicalmente hablando) del álbum: 1- La voz de Brett Campbell, que tiene la flexibilidad de ir ondeando entre un joven Ozzy Osbourne hasta llegar a un atormentado Mike Scheidt de Yob, sin perder su identidad. En la mezcla del disco, la voz parece estar un poco baja en referencia a las guitarras, pero eso no hace que se pierda la calidad vocal y de verdadero canto que tiene Campbell. 2- La ejecución de la batería, en especial de los platillos, y en especial del ride que se convierte en el director de orquesta absoluto de esta obra, es magistral, digno de admirarse y sorprenderse. 3- las guitarras que modo de la gestalt, van siempre sumando y construyendo una torre sólida particular donde la pesadez y brutalidad de los riffs parecen construir un rumbo de la historia, pero al sumarse con la voz, la historia toma giros inesperados y bastante emocionantes.

La ejecución en el disco no tiene falla, la producción es excelente y el talento es muy evidente. Pero la grandeza de esta banda está en como supieron encontrar el balance perfecto entre ejecución y emoción, en donde si nos dedicamos a sólo oir y no escuchar, aún estaríamos sumergidos en la historia que nos quieren contar. Como mencionaba con anterioridad, The Inside Room contiene una dosis de sentimiento y soledad muy inmediato, las letras ahí plasmadas son historias comunes en primera persona que pueden, fácilmente, encontrar a quien se identifique con ellas. Aquí las cosas y los temas son más ambiguos, menos relacionados al ser, pero que lo afectan categóricamente, ya que cualquiera que sea el tema, la manera de ser –apasionadamente- ejecutado lo hace inmediatamente emocional. No hay manera de resistirse a la manera en que nos van llevando de la mano, a no quedar encantados con la voz y el tono de la voz, a no vernos rodeados por toda la amargura de esos dolorosos riffs. Éste es un LP tan bien ejecutado que va directo a los sentimientos más profundos, mismos que como escuchas decidiremos cuáles.

Ese espejo de la verdad va esclareciendo el reflejo conforme avanzan los cinco temas, en donde cada uno va tomándonos de la mano a abrir cada vez más los ojos y querer descifrar que es eso que está frente a nosotros. No hay momento débil aquí, no hay momento en que no se interactúe con la música, donde no sólo escuchamos a la banda sino a nosotros mismos. Éste es un álbum clásico hecho hoy, que merece estar mañana allá arriba junto a los favoritos del género y del tiempo; y pensar que éste es sólo un álbum debut, hace aún más esperanzador el panorama… del metal y de nosotros.