*un álbum plagado de solos intensos y buenos recuerdos, aunque no lo suficientemente poderosos; los títulos de los tracks se definen a sí mismos
Lita Wing / Search & Destroy
Puebla, Puebla a 3 de abril de 2017. Los come back álbumes están a la orden del día y Obituary no podía quedarse atrás, aunque no precisamente con un come back, ya que su última producción data del año 2014. Hace un par de semanas que la banda sacó su nueva producción homónima, un disco que definitivamente suena a Obituary, es decir, mantiene las características tímbricas que nos hacen distinguir a Obituary de otros grupos de death metal, pero con estructuras mucho más sencillas; canciones hechas con un solo riff y ciertos detalles de los que hablaré en la presente reseña. En general, la banda nos demuestra que es posible tomar cualquier fórmula musical y convertirla en “death metal” estilísticamente hablando, pero empobreciéndolo con la mano en la cintura a nivel armónico y conceptual. La producción, que en lo personal me parece no puede ser más didáctica, me deja sentimientos encontrados, definitivamente hay temas rescatables, un álbum plagado de solos intensos y buenos recuerdos, aunque no lo suficientemente poderosos; los títulos de los tracks se definen a sí mismos:
Brave: Obituary abre con con bravura este trabajo, este hermoso corte es un gancho para los viejos esqueletos que amamos ese beat en específico y para quienes antes de hacer una adquisición gustan de darle una oída al producto, el tema promete un disco de death metal clásico con un bajo crujiente, paneos y esos finales obituarianos que dan la impresión de una canción “cortada”.
Sentence Day: es una rola que quedó sentenciada por la mismísima tonalidad de la canción anterior. Un trabajo guitarrístico más elaborado al igual que cierto doblaje en la voz de John Tardy, doblaje que más adelante se convertirá en una constante, los años no pasan en balde y la voz gutural de Tardy, conocida por ir de los graves a los agudos de ultratumba, también ha sido tocada por cronos.
Lesson in Vengeance: es quizá el tema que más dará de qué hablar a los críticos, una lección de rock pesado patrocinada por Obituary. El hard rock se hace presente en este groove donde aparece ZZ Top en el solo de guitarra. Verdaderamente didáctico para los párvulos del heavy, y quizá una pena los amantes de la agrupación originaria de Florida, surgida a mediados de los 80s y partícipe de la atmósfera necrofílica que definiría un discurso y un contexto rígido, que finalmente, y después de 3 décadas es válido hacer flexible, digo, si muchos ya lo han hecho, porqué Obituary no?
End This Now: efectivamente termina ahora con el mal sabor de boca que nos deja la educativa lección de lesson of vengeance, y nos remueve nostalgias con un doble pedal de bombo energizante, un buen momento en el disco procurado por Donald Tardy, aunque la canción es totalmente predecible.
Kneel Before Me: esta canción cortísima hace que me arrodille ante un corte que bien podría ser un bonus track de The End Complete, y que, al igual que el primer tema, es precedido por otro también´muy corto.
It Lives: que nos deja claro que vive, Obituary sigue vivito y coleando.
Betrayed es alta traición; parece como si Resorte o alguno de los grupos brincolines del peor power metal decidieran parodiar al death, casi me pude imaginar a Trevor Peres saltando por el escenario lo más alto posible. Solo la voz y el solo de guitarra nos remiten al death metal y es aquí, donde entiendo la inteligente estrategia de Obituary, ante una evidente y triste falta de imaginación: conservar timbres y la estética sonora propia del género, tirando por la borda cualquier intento de disonancia o complicación rítmica.
Turned to Stone nos remite al logo petrificado en el arte de este disco, la poética de la canción parece también referirse a una dimensión atemporal donde la única certeza es la muerte. Straight to Hell en realidad no logra enviarnos al infierno, sino más bien nos hace pensar que Obituary empieza a auto plagiarse.
En Ten Thousand Ways to Die Obituary nos ofrece otra de las mil formas de auto caricaturizarse y hacer morir la solemnidad de un estilo. Si le quitas la voz a este tema y le pones otra, bien puedes pensar que es una composición de cualquier grupo que juega al metal con los sonidos distorsionados y una musicalidad pegajosa que puedes traer todo el día metida en la cabeza; nuevamente, el trabajo de la guitarra y la voz gutural son los elementos que nos remiten al género y salvan el día. El tema cuenta con su propio video donde los personajes, en versión dibujo animado, nos ofrecen una historia de zombies en la que aparecen personajes como Glen Benton, Scott Burns y el mismísimo Lemmy Kilmister entre muchos otros y un chorro de referencias de películas.
No Hope, el último track del disco nos recuerda en el fraseo y la estructura a viejos temas tales como Dying, o incluso a canciones de Death en Spiritual Healing definiendo de alguna manera las formas básicas que hicieron de Obituary un buen representante de un género que explotó en los tempranos 90s y que parece no dejar esperanza de que surjan nuevas propuestas, la rola nos deja una sensación de que el grupo, como tal, ya dió todo lo que tenía que dar.
A pesar de los detractores de ciertas producciones pioneras del death metal y el supuesto empañamiento de grandes obras causado por las paredes de sonido que se creaban en esos años, Obituary no tiene un álbum donde acaso se pierdan elementos melódicos, armónicos ni rítmicos, así que bien vale hacer el experimento y tocar, sin hacer variaciones en el volumen, el Cause of Death o sólo un fragmento, inmediatamente después de escuchar esta nueva producción, para darnos cuenta de que lo que se pierde no tiene que ver con una mejor o peor producción, sino con una fuerza y una legitimidad que, en mi opinión, Obituary no volverá a recuperar.